10 de julio de 1994
La paz esté contigo. Haz de las oraciones tu pan de cada día. Que llenen tu boca, me encanta oírlas. Yo soy el Aliento de tu vida. Di:
“Señor de los Cielos,
santifica mi alma, Tu morada,
para que Tú, mi Rey, seas glorificado.
Corona mi alma de santidad,
para que, por Tu Divinidad,
pueda hacerme heredera de Tu Reino
y de Tu Gloria.
Prometo ofrecer mi vida
por mis hermanos y mis hermanas,
y llegar a ser parte de Tu Plan de Salvación.
Creador, soy tuya.
Jesucristo, soy tuya.
Espíritu Santo, soy tuya.
Amén.”
Tu morada está en Nosotros, la Santísima Trinidad. Ecclesia revivirá.
Hija, ámame y vivirás. Cómeme y crecerás en Mí. Bébeme y revivirás. Si haces esto, te convertirás en una copia de Mí Mismo: tu Divino Dios.
Alumna, te amo y te bendigo. Jesús es Mi Nombre: recibe Mi Paz