3 de marzo de 1992

(En mis tiempos de persecución.)

Señor,
yo no he hablado en secreto.
Todo lo que digo, lo digo en la oración
y en Tu Asamblea, alabándote.
Estoy tratando de obedecer
a Tu Sagrado Corazón
y seguir las Instrucciones que he recibido de Ti.
Hago todo lo que puedo por exponerlas
tal y como me fueron dadas.
Aunque soy pobre y apenas puedo darte nada,
Te he dado lo único que tengo
y que Tú me dijiste que era mío.
He ofrecido a Tu Majestad mi voluntad,
para que puedas utilizarla como Te plazca
para Tus Designios Misericordiosos.

Lo sé, hijita Mía, pero ¿no Me han odiado también a Mí, sin ninguna razón? Cualquiera que procede de Mí para dar testimonio de la Verdad, será odiado, perseguido y acosado como presa de caza —un servidor no es mayor que su Amo- … Esos perseguidores serían inocentes a los Ojos del Padre si no conocieran Mi Ley. Pero resulta que han conocido Mi Ley, aunque sólo en la oscuridad. Ellos se llaman a sí mismos doctores de la Ley y creen que lo saben todo, pero en realidad no saben nada. Creen que, juzgándote y condenándote en público, están cumpliendo un santo deber hacia Mí, vuestro Dios.

Si hubieran seguido Mis Mandamientos y los hubieran guardado, no habrían juzgado. Si tuvieran algo de amor en ellos, habrían guardado Mis Palabras y Mi Ley. Pero en realidad no te están juzgando a ti, están juzgando Mis Buenas Obras en todos vosotros. Yo sólo te he encargado que salieras a ser Mi Eco. Siendo Mi Eco, espero de ti que des fruto, fruto que perdure…— pero ellos no lo han entendido… Hijita Mía, continúa haciendo la labor que te he encargado: traerme almas para que Yo pueda consumirlas en Mi Sagrado Corazón. Tengo sed de almas.

Escucha: la evidencia de Mis Obras Santas está brillando en todos vosotros para disipar esta oscuridad. La evidencia de Mis Obras Santas radica en sus buenos frutos, frutos que perduran. La evidencia de Mis Obras Santas es el don de Paz que os estoy dando y el Amor que os estoy infundiendo. La evidencia de Mis Obras Santas está en Mis llamadas de salvación a la

Vida Eucarística

El Padre y Yo queremos verdaderos adoradores, adoradores que adoren en espíritu y en verdad. Mi Espíritu de Verdad desciende hasta el umbral de vuestra puerta para recordaros que al final

—Nuestros Dos Corazones prevalecerán—

Esto es para que se cumplan las palabras de la Escritura: “Después de tres días y medio, Dios insufló la vida en ellos, y se levantaron”1. Sí, con toda Gloria, porque “éstos son los Dos Ungidos”2 que están en pie, uno al lado del otro. Nuestros Dos Corazones son como “Dos Olivos, uno a la derecha y otro a la izquierda”3. Mi Sagrado Corazón tiene Riquezas insondables y muchas cosas que deciros a todos, hijitos Míos.

Yo soy la Resurrección y la Vida

Vengo a resucitar vuestra devoción a Mi Sagrado Corazón y al Inmaculado Corazón de vuestra Madre. Por tanto, no temáis, permaneced en guardia. Porque muchos vendrán utilizando Mi Nombre, manipulados por el Maligno, para engañaros y apagar la poca llama que queda en vosotros, y dejaros en total oscuridad. Muchos caerán porque sus raíces no estaban en Mí. Orad para que no seáis tentados por el Maligno.

¡Ay de los que continuáis persiguiendo a Mis portavoces, diciendo, “nosotros no nos habríamos unido nunca a los que vertieron la sangre de los profetas, si hubiéramos vivido en tiempos de nuestros padres”! Yo os digo: ¡Todo esto recaerá sobre vuestras cabezas, a menos que os arrepintáis! Amadísimos hijos Míos, el ladrón llega de noche4, por lo tanto, permaneced en vela y no le permitáis irrumpir en vuestra casa.

Orar incesantemente consiste en ser conscientes de Mi Presencia ante vosotros. Ser conscientes de Mi Presencia significa estar despiertos. Estar despiertos es estar con luz y con sonido. Vuestra casa es vuestra alma. Procurad, pues, que la luz en vuestro interior no sea oscuridad. No dejéis que el Tentador os encuentre dormidos.

Vosotros sois Mis amigos ¿lo recordáis? Amaos los unos a los otros como Yo os amo. Todo lo que pidáis en Mi Nombre, Yo os lo concederé. Algunos de vosotros estáis hoy tristes porque el mundo está pronunciando un juicio prematuro sobre Mi Sagrado Corazón y el Inmaculado Corazón de vuestra Madre. Pero pronto Nuestros Dos Corazones mostrarán al mundo lo equivocado que estaba en su juicio, cuando Yo revele Mi Santo Rostro5 en ellos.

Hija, escribe: “Cuando Yo rompa el sexto sello habrá un violento temblor de tierra y el sol se volverá tan negro como tosca arpillera. La luna se volverá roja, como cubierta de sangre, y las estrellas del cielo caerán sobre la tierra como higos cayendo de una higuera, cuando la sacude un fuerte viento. El cielo desaparecerá como un pergamino que se enrolla, y todas las montañas y las islas se sacudirán, moviéndose de sus emplazamientos.

“Entonces, todos los dirigentes de la tierra, los gobernadores y los mandatarios, los ricos y los hombres de influencia, la población entera, esclavos y ciudadanos, huirán a las montañas para esconderse en las cavernas y entre las rocas. Dirán a las montañas y a las rocas: “Caed sobre nosotros y ocultadnos de Aquel que se sienta en el Trono, y de la cólera del Cordero”6. Porque el Gran Día de Mi Purificación os llegará pronto, ¿y quién será capaz de sobrevivirlo?

“Todos en esta tierra tendrán que ser purificados, todos oirán Mi Voz y Me reconocerán como el Cordero. Todas las razas y todas las religiones Me verán en su oscuridad interior. Esto os será dado a cada uno como una revelación secreta para manifestaros la oscuridad de vuestra alma. Cuando os veáis interiormente en ese estado de gracia, pediréis de verdad a las montañas y a las rocas que caigan sobre vosotros. La oscuridad de vuestra alma os parecerá tal que pensaréis que el sol ha perdido su luz y que la luna también se ha convertido en sangre. Así es como vuestra alma aparecerá ante vosotros, pero al final no haréis más que alabarme.”

Si un extranjero se cruza en vuestro camino y os dice que el alimento7 que os he estado dando es vil, no lo escuchéis, escuchad el lenguaje de Mi Sagrado Corazón, el lenguaje de Mi Cruz. Que vuestra fidelidad a Mi Sagrado Corazón florezca de nuevo. Consagraos todos a Mi Sagrado Corazón y al Inmaculado Corazón de vuestra Madre. Os visitaré de nuevo, hijitos Míos.

Por tanto, ánimo, amigos Míos. Sois acosados, pero sólo por el mundo. ¿Sois insultados por Mi causa? ¡Alegraos! Porque Yo también lo fui. ¿Os tratan como desechos del mundo porque Me amáis? Yo os bendigo y Me uno a vosotros en vuestros sufrimientos. ¿Sois el hazmerreír de vuestro pueblo? También lo fui Yo, vuestro Rey. Vosotros no sois más que Yo, vuestro Amo. Mis secretas intenciones se revelan ahora, en vuestros tiempos adormecidos. La revelación de Mi Sagrado Corazón se revela de nuevo, en este fin de los Tiempos, para despertar vuestros corazones y traeros a todos de regreso, con fervor, a esta Devoción. Por tanto, no debe haber entre vosotros ningún juicio prematuro. Amadme y bendecidme. Yo estoy siempre con vosotros y continuaré revelando las Riquezas de Mi Sagrado Corazón en cada uno de vosotros.

Vassula, hijita Mía, Yo reforzaré tu tallo y reemplazaré los pétalos que tus acusadores te han arrancado, para comunicarte el gozo que siento cada vez que Me ofreces tu voluntad. El Amor te ama.


1 Ap 11,11.
2 Zc 4,14.
3 Zc 4,3.
4 Esto significa que Satanás se introduce mucho más fácilmente en un alma en tinieblas.
5 El Día de la Purificación, cuando veamos nuestros pecados con los ojos de Dios.
6 Ap 6,12-17 Aquí Jesús indica claramente que el Día de la Purificación, cada persona en la tierra experimentará el estado de su alma, y también cada cual reconocerá al Cordero, es decir, a Jesús.
7 Estos Mensajes.