18 de agosto de 1991
¡Oh, Señor!
estoy angustiada hasta la muerte.
Hoy es mi Getsemaní.
Mi alma está vapuleada y afligida.
Satanás me ha tomado decididamente como blanco,
para hacerme pedazos.
Me traspasa despiadadamente una y otra vez.
Estoy en el punto de mira de mis perseguidores,
¿dónde está, pues, mi esperanza?
En Mi Sagrado Corazón, paloma Mía. Tu refugio es Mi Sagrado Corazón. Vuélvete a Mí y Mi Espíritu te consolará. Ofréceme tus dificultades y Yo las meteré en Mi Corazón. Haré buen uso de ellas, liberaré almas del purgatorio… Así que olvida tus problemas de estos días y descansa en Mí, tu Dios. Yo soy un Océano de Paz. Hija, entrégame todas tus tribulaciones y Mi Paz las aniquilará.
Recibe Mi Paz, cordero Mío. Te amo. Yo ofrezco Paz. Descansa en Mí. Vete ahora en Paz.