25 de mayo de 1991

Jesús,
Me ha subyugado Tu Perfección,
me ha seducido Tu Belleza,
Tu Amor Abrasador ha asediado mi fragilidad
para que consintiera en hacerme víctima de Tu Amor,
pero, ¿cómo iba a retractarme al ver tanta Belleza de golpe?
Tu Gentileza me fascina a lo largo de los días.
¿Qué clase de embrujo hay en Tu Amor?

Amada de Mi Alma, tus ojos han visto Mi gloriosa Majestad, tus oídos han escuchado Mi Cántico de Amor y Yo Mismo he puesto Mi Propia Luz en ti, para hacerte Mía para siempre. Te he dado Mis Clavos y Mi Corona de Espinas para mostrarte Mi intimidad contigo. Me he convertido en tu Esposo, haciéndote Mi esposa para compartir Mi Cruz como nuestro lecho nupcial. Mi Pasión se apoderará de ti para convertirte en una réplica de Mí, tu Esposo. Yo soy tu Consuelo en los días de tristeza.

Yo te he elegido a ti, y no tú a Mí, para mostrarte Mis Riquezas inagotables.

Señor, ¿qué quieres que haga por Ti?

Trae de vuelta a Mi pueblo a la verdadera Fe, basada en el amor. Ora para que Mi Iglesia sea una, exenta de todos los males. Expía, hija, expía por los pecados e iniquidades del mundo que tanto ofenden a Mi Sagrado Corazón…

Hija y esposa Mía, mira dentro del Corazón de tu Salvador, mira el interior de este Corazón que te ha salvado. Toma Mi Corazón, consuélalo amándome. Yo, Jesús, te beso en la frente.