18 de enero de 1991

(Mensaje por mi cumpleaños.)

La paz esté contigo.

Mi Divino Corazón te animará para que sigas adelante sin temor, y el Padre es Generoso. Ten confianza en Mí, cuenta Conmigo, pequeña. Yo te llenaré de consuelo1. Te he puesto a prueba, permíteme evaluarte de vez en cuando. Vassula, incluso cuando todo pueda parecerte perdido, no te desanimes. Yo allanaré tu camino, pero al mismo tiempo te expondré como señal de rechazo, el rechazo de la Unidad. Falta sinceridad entre ellos, de modo que, ¿cómo pueden arreglar sus diferencias?

Pero, Señor, ¿quieres decir que al final rechazarán Tus Mensajes?

No. Mis Mensajes seguirán su curso sin ti, pero tú serás zarandeada de un lado a otro. Permitiré que las manos mancilladas de tus perseguidores te golpeen y te maltraten abiertamente. Les permitiré que te contradigan. y ellos te atacarán como cuervos arrasando la cosecha. Aparecerás a sus ojos como perdedora, porque las heridas que te infligirán serán impresionantes. Estas heridas, hijita Mía, te serán infligidas desde el interior de Mi Casa y por los Míos. Te serán infligidas por el clan de Caín. Yo les permitiré que golpeen a una criatura inocente, pero su alegría se tornará en lamentos. Sí, parecerás perdedora, Vassula Mía, pero ¿acaso no parecía ser Yo también perdedor? Parecía que había fracasado en Mi Misión. Ante los ojos del mundo, parecía ser el mayor perdedor de todos los tiempos. Tú eres una señal que se les da para suscitar preguntas que traerán controversia. No pretendo desanimarte, Vassula. Cuando algunos de ellos traten de detener Mis Mensajes para que no se propaguen entre la gente, sé firme, Vassula Mía, sé firme como una roca.

Señor, si ellos me “frenan”, como parece que quieres darme a entender, si hieren mi alma casi hasta la muerte, ¿cómo podré permanecer firme y en pie?

Serás lacerada, pero Yo, el Señor, estaré a tu lado, y tu fuerza será Mi Fuerza. Ven, no temas, da testimonio de Mí.


1 Los días anteriores no había sentido a Dios cerca de mí, ni Lo había “visto”. Sentía como si Él me hubiera abandonado, y estaba melancólica.