5 de marzo de 1990
La paz esté contigo. Escúchame. Yo soy el Altísimo que te ha favorecido. Ora.
(Lo hice.)
Recuerda, Vassula, que eres arcilla y que Yo puedo moldearte dándote la forma que quiera. Hija, permíteme moldearte cada martes y viernes en una copia de Mí Mismo, comunicándote las angustias de Mi Pasión. Mi Cáliz sabe amargo, pero ¿quieres compartirlo Conmigo? Dime, hijita Mía, ¿quieres sufrir Mi Pasión como a Mí Me parezca?
Sí, Señor, como a Ti te agrade.
Mi Gracia está sobre ti. Te daré la forma de un pequeño crucifijo. Mi Cuerpo está cubierto de señales despiadadas que Me han infligido aquellos que Yo más quiero. ¿Quieres compartir las señales de Mi Cuerpo?
Sí, mi Señor, como Tú quieras.
El Amor que siento por ti es inconmensurable. Ven.