13 de diciembre de 1989
¿Señor y Salvador mío?
Bienamada, ámame. Recuerda, Vassula, que te he favorecido más que a muchos. Esta Gracia que te estoy dando es un gran don: ser anonadada en Mí, tu Dios. Pequeña semilla Mía, tus méritos son nulos, pero Mi anhelo de levantarte hacia Mí y tenerte en Mí es tal que paso por alto lo que eres, incluso paso por alto tus pecados y los perdono. ¿Entiendes ahora Mi Amor ferviente?
Permanece pequeña, no dejes nunca de llamarme, no dejes nunca de tener sed de Mí. Apóyate en Mí cuando estés fatigada. Permanece en Mí porque así es como Me gusta.
El Amor te ama.