15 de septiembre de 1989

(Luego me fui a la cama a descansar. Eran las once pasadas. Recé y recé, y antes de que esta horrible palabra, “sueño”, me venciese, conseguí decir varios KYRIE-ELEISON, CHRISTE-ELEISON. De repente, una gran Voz dentro de mí me sobresaltó diciendo: “¡YO TEAYUDARÉ!”. Varias veces durante la noche, advertí que esa Voz interior seguía orando sin pausa por mí. A veces repetí algunas palabras de oración de la Voz, aunque no las comprendía.)

(A la mañana siguiente:)

Vassula, quiero más de ti ¿Estás dispuesta a darme más?

Jesús, toma todo lo que quieras de mí.

¿Incluso tu vida?

Mi vida es Tuya.

Flor, te haré sufrir por Amor. Recuerda que la santificación procede del sufrimiento. Permíteme leerte ahora un pasaje de las Escrituras1. Permanece fiel a Mí. Recuerda que Yo soy El Todo Fiel, por tanto, confía en Mí. No te resistas a Mí. Abandónate enteramente a Mí. Yo sé lo que es mejor para tu alma.

Yo soy Amor.


1 Hb 3,1-6.