30 de septiembre de 1986

La Paz esté contigo, hija Mía.

Por favor, Jesús, dame luz, para que pueda sentirte y escribir1.

Vassula, hablar de labios afuera significa que la invocación no tiene sentido.

(Comprendí mi error. Había pedido ese favor a Jesús sin amor, sin pensarlo, sin sentirlo verdaderamente. Se lo volví a pedir, pero pensando realmente cada palabra y elevando mi alma hacia Él.)

Invócame siempre sintiéndome2, como esta vez. Yo, Dios, siento, ¡lo siento todo! Cuando Me invoques, debo sentir el amor desde el fondo de tu alma, deseándome, amándome, dando sentido a cada palabra que dices. Yo, Dios, existo y siento. Toda invocación que sea de labios afuera más vale que siga enterrada. Las palabras de labios afuera son invocaciones que resuenan desde tumbas. Recuerda que Yo existo y siento. ¡Deseo que todos Mis hijos se esfuercen en darme alegría!


1 Necesito sentir la Presencia de Dios.
2 Siendo consciente de la Presencia de Dios.