1 de abril de 1989

¿Jesús?

Yo soy. Deja que el Amor te guíe. No escuches a los sabios porque son como los escribas de Mi época. Evangeliza con amor para el Amor. Que sientan Mi Infinito Amor.

¡Suspiro por Ti, Señor!

Pequeña, Mi Corazón se alegra sintiéndote y oyéndote decir: “Suspiro por ti, Señor…”

Ése es el fruto de la devoción. Sé Mi reflejo, una copia de Mí. Suspira por el Padre. Yo suspiraba por Mi Padre cuando estaba en la tierra. Oraba incesantemente. Anhelaba estar en unión constante con Mi Padre, en unión de Amor.

Alumna, Yo soy tu Maestro que te ha educado con Sabiduría. Por tanto, lléname de alegría y estate en unión constante Conmigo. Ponme en primer lugar y deséame siempre. Alégrate de encontrarte Conmigo de esta manera que te he concedido. Permanece junto a Mí. Todo lo que te pido es Amor.

Señor, me dan lástima las almas que van al infierno. Después de todo, esas almas eran como nosotros, uno de nosotros en la tierra. Si hubiera algún modo de sacarlas del infierno y de cambiarlas…

Yo les había dado la libertad de escoger entre el bien y el mal, pero ellas prefirieron el mal, a pesar de Mis súplicas y Mis llamadas de Amor.

Pero, Señor, ¿por qué no podría haber una oportunidad todavía?

Hijita, tú no comprendes su total rechazo de Mí. Yo las he amado hasta el final. Conducidas por Satanás, prefirieron seguirlo. Incluso después de su muerte Me presenté a ellas, sin embargo, siguieron voluntariamente a Satanás sin la menor vacilación. Es enteramente su elección. Escogieron el infierno para siempre.

Oh, Señor, que yo haga siempre Tu Voluntad.

Vassula, no sueltes nunca Mi Mano. Nosotros, nosotros para toda la eternidad. Cada gota de amor es utilizada. Necesito amor para salvar almas de su camino hacia la perdición. Ven.