24 de diciembre de 1988
(Nochebuena)
¿Jesús?
Yo soy, bienamada.
¡Hoy es la Víspera de Tu Nacimiento, Señor!
¡Me alegro tanto, Bienamado,
Santo de los Santos!
¡Alabado sea Nuestro Señor!
Oh, Dios mío,
disuélveme en Tu Santidad
y muéstrame cómo vivir santamente.
Disuélveme en Tu Pureza,
Dios Eterno, purificándome.
Bienamado, santifícanos a nosotros, Tus hijos,
y únenos a todos en un solo Redil,
para glorificarte y alabarte
en torno a un solo Tabernáculo.
Permite que Tu Santo Espíritu de Verdad
descienda sobre todos nosotros,
para mostrarnos La Verdad.
Que Tu Luz sea nuestra Guía en esta oscuridad
y nos conduzca a La Verdad,
reuniéndonos a todos bajo un solo pastor,
hasta Tu Retorno.
¡VEN, Señor!
Ah, queridísima alma, Yo os reuniré a todos en un solo Redil, y Mis Propios Brazos serán vuestro Cercado y Mi Sagrado Corazón vuestro Hogar. El Amor volverá como Amor. Sí, amadísimos Míos, orad por Mi Retorno. Yo soy Amor. Yo soy la Fuente Suprema de Vida. Venid, pues, a Mí, vuestro Salvador. Venid…
Sí, Señor.