10 de febrero de 1987
Vassula, soy Yo, Jesucristo. Estoy contigo, bienamada. ¿Sabes que te estoy guiando a través del Hades?1 No tengas miedo, Mi Luz está sobre ti y te protege del demonio. Al exponerte en el Hades, muchas almas se están sanando.
Te he enseñado a amarme. Ámame: tu amor por Mí las está sanando2. Utilizo tu amor como un remedio para sanarlas. Sánalas, Vassula, sánalas. Estás llevando Mi Cruz Conmigo, Vassula. Estas obras son obras divinas que Mi Padre te revela. Muchas obras divinas están aún ocultas y no son sino misterios para vosotros.
Mucha gente no aceptará esto, Jesús. Le echarán la culpa a mi fantasía.
Vassula ¿cuántos de ellos han entendido totalmente las obras de Mi Padre en la tierra?
Algunas obras no se entienden y son todavía misterios.
¿Cómo podrán entonces entender lo que es divino?
Vassula, toda la Sabiduría se da a simples niños. Mi Padre se deleita en los niños. Sé feliz, hija, y alaba a Mi Padre por ser bueno contigo. Hija Mía, sé Su mensajera y glorifícale. No te preocupes, Yo te guío. Trabaja de esta manera. Yo soy tu Maestro.
Seguiré formándote, bienamada. Te estoy formando, así como a Mis otros hijos. Vete en Paz y recuerda que estás guiada por Mí. Escúchame: Te amo y quiero que estés Conmigo. Vassula, Me complace que haya aumentado tu fe. Purifícate comiéndome y bebiéndome.
Lo haré, Jesús; iré a recibir la Sagrada Comunión.
Ven a Mí. Todo Mi Amor te cubre. Te amo, hijita.
Jesús, Te amo y lucharé por Ti.
¡No quiero lucha! Porque Yo soy la Paz y tú trabajarás en paz, por la Paz. Lléname de alegría permaneciendo tan cerca de Mí como te sea posible. ¿Quieres besar Mis pies?
(Tomé una imagen de Jesús y besé Sus pies.)
Te amo. Vete en paz.