25 de mayo de 1989
¿Señor?
Yo soy. Hija, no escribas con prisas, abre tus oídos y escúchame: Yo soy el Amor, pero el Amor es tan poco amado… ¡El Amor es tan incomprendido!
Ven, ¿nosotros?
Para siempre, Señor.
¿Señor?
Yo soy. Hija, no escribas con prisas, abre tus oídos y escúchame: Yo soy el Amor, pero el Amor es tan poco amado… ¡El Amor es tan incomprendido!
Ven, ¿nosotros?
Para siempre, Señor.