12 de mayo de 1988

¿Señor?

Yo soy. No dudes jamás, Vassula. Todo viene de Mí. Escribe:

(Jesús se refiere a las “vibraciones” que siento en Su Presencia. Me ofreció de nuevo imágenes de Su Crucifixión, de cómo cada gota de sangre que tenía fue derramada en tierra por nosotros. Me mostró Su Rostro de agonía en la Cruz, magullado, negro y amoratado, cubierto de sudor y sangre. Sus cabellos pegajosos de sangre y Sus ojos llenos de la que caía de Su frente perforada… Todo esto por mí, por nosotros.)

¡Altar! ¡Conserva tu llama ardiendo para consumir Mi Iglesia!

Ven, juntos. Siente Mi Presencia.