17 de septiembre de 1987
Vassula, te estoy enviando a él1 para que oiga Mi Mensaje. ¿Le pedirás que te reciba? ¿Le pedirás que te guíe?2
(De repente, en una visión dada por el Señor, vi a los demonios que vagan por la tierra, derribados. Era como si el suelo reseco sobre el que se hallaban temblara, se cuarteara y se levantara como un puño, derribándolos; y caían de espaldas indefensos, sin poder.)
He venido para unir a Mis hijos y bendecirlos.