5 de septiembre de 1987

Vassula, no temas, escribe la palabra Garabandal.

Garabandal es la continuación de otras señales. Las apariciones de Garabandal son auténticas. Creed todos vosotros que no habéis visto, creed, creed. Hija, te he utilizado para poder manifestarme a través de ti. Mi Madre se apareció a Mis almas escogidas. De sus bocas salió la Verdad, pero muchas de Mis almas sacerdotales declararon inciertas esas apariciones y algunos de ellos las negaron por completo.

Me he manifestado por medio de ti para disipar esa duda sobre Garabandal. Las apariciones de Garabandal son auténticas y Mis hijas han visto de verdad a Mi Madre y oído Sus Mensajes. Vassula, una prueba más dura vendrá sobre ti, haciendo que Mi Cruz sea más pesada sobre tus hombros, y aumentando Mi Cáliz de Justicia. Yo he prevenido al mundo.

Dios mío, probablemente muy pocos conocen ese acontecimiento.

Cierto, muchos no lo conocen debido a las dudas y temores que padecen Mis almas sacerdotales. Al dudar, niegan Mis Obras Divinas. Han olvidado que soy Omnipotente. Endurecidos de corazón, han perdido su espiritualidad. Cegados, buscan sin luz y sin Sabiduría.

Todas Mis Obras han sido siempre dadas a simples niños y jamás a los sabios. Mis Obras no parecen ortodoxas a sus ojos, pero es porque ellos se comparan a Mí.

Desde el principio de los tiempos nunca os he abandonado1. Vassula, ¿recuerdas a los fariseos?

Sí, Señor.

En cierto momento ellos Me acusaron de predicar en contra de la Ley de Moisés. ¿Qué diferencia hay hoy? Fui acusado de promiscuidad y de ir en contra de su ley. Las acusaciones e incertidumbres de hoy no están lejos de esto. Déjame decirte que aquellos que desafían las revelaciones, las apariciones y los Mensajes, son los que Me hieren. Son las espinas de Mi Cuerpo. Te he dicho hace algún tiempo2 que te conduciré con fuerza celestial directamente a lo más profundo de Mi Cuerpo ensangrentado. Dije que te señalaría con Mi dedo a aquellos que Me hieren. Yo soy Jesucristo, Hijo Bienamado de Dios. Vassula, no temas, porque Yo estoy delante de ti.


1 Me dio a entender que las señales que ha dado son para recordarnos Su Presencia entre nosotros y alentarnos.
2 El 11 de junio Dios me comunicó ese mismo mensaje. Dijo que no los iba a perdonar (cuaderno 13). En ese momento yo no sabía a quién se estaba refiriendo.