31 de diciembre de 1987
¡Dios Mío!¡ Ruego para que las Iglesias crean en Tu mensaje!
Vassula, creer en Mí es una gracia que Yo otorgo1.
Escúchame, Vassula, hablarás por Mi Boca y Yo hablaré de las tribulaciones que soportará Mi Iglesia. Esta Revelación es Mi Voz. Reconoced los Signos de los Tiempos, aceptad Mi Mensaje, saboread Mi Mensaje, comed Mi Mensaje. ¡Ay del infiel!
(Más tarde:)
Pequeña, ¿Me amas?
Te adoro infinitamente, Señor.
Sí, Vassula, ámame. Repara por tu pasado, repara por los que no Me aman, flor. Toda flor necesita luz, porque sabe el efecto que tiene sobre sus pétalos. Hija Mía, ¿quieres arrepentirte?
(Me arrepentí de mis antiguos pecados y de los actuales, porque Él me estaba preparando para recibir la Sagrada Comunión)
Flor, te perdono. Arrepiéntete de todas esas cosas desde el fondo de tu alma. Arrepiéntete de la impureza2, porque ése era el vicio de Sodoma.