24 de julio de 1987

(Voy a arrodillarme ante mi mesa y Jesús está frente a mí, sentado en el sofá. Le miro, esperando oír Sus palabras.)

Bienamada, aumenta tu amor hacia Mí y así sanarás almas. Ámame y libéralas. Ahora Me has devuelto cinco almas. Satisfáceme dándome almas. Quiero redimir a todas esas almas miserables que se encuentran a las puertas de Satanás. ¡Os amo tanto a todos!

(Más tarde:)

“Agapa Mé”1.

¿Jesús?

Yo Soy. Dile a Sirka Lisa que Me ame más. ¿Por qué no viene a Mí? Yo soy su Consejero. Soy el que cuida de vosotros, soy vuestro Consolador. ¿Sabe ella qué abismo de Amor es Mi Corazón? Yo la amo, Vassula, la esperaré, seguiré llamándola: “¡Contesta, alma! Responde a Mi grito, invócame en tus oraciones, habla a este Corazón que te ama. Yo estaré esperando”.

(Jesús me dio este mensaje para una amiga mía.)


1 ‘Ámame’, en griego.