27 de abril de 2014

Mi Paz te doy; nacida de Mí, escucha Mis Palabras y ponlas por escrito: he abierto las Puertas Celestiales de Mi Misericordia, Mi Compasión y Mi Amor para derramarlos sobre esta generación; con dulzura y ternura, me he acercado a ellos, limpiándolos con la Fuente de un agua de Vida que hace renacer, y renovándolos con Mi Espíritu Santo; con gran generosidad, he derramado gracias de unción para transformar sus corazones endurecidos en corazones de carne; estas son las señales precursoras que os estoy dando a todos antes del Día de Mi retorno;

he seleccionado almas para que se conviertan en apóstoles, apóstoles de este Final de los Tiempos, entrenándolos para ser guerreros en esta batalla espiritual de vuestros tiempos, tan apóstatas… habiéndoles ungido Yo Mismo, les he dado autoridad para predicar y recordar al mundo Mi Palabra; sí, retransmitiendo Mi Palabra, pero con fuego en su boca; en Mi Nombre, les he permitido expulsar demonios, y cuando impongan sus manos sobre los enfermos, éstos se recuperarán;

aquí estoy Yo, vuestro Dios y vuestro todo, conversando directamente con vosotros, como Santo Compañero y como Padre a hijo; no he apartado Mi Mirada de todos vosotros, sino que, en Mi Compasión, Me he inclinado sobre vosotros para abrazaros con ternura, como una madre lo hace con su bebé; y como una corriente de agua discurriendo por un jardín, Mi Espíritu Santo es enviado para regar esta tierra reseca; ¿acaso no he dicho que vendré un día con Mi Espíritu, cuando la tierra esté cubierta de tinieblas, para que brille sobre vosotros, enviando Su Luz por todas partes? ¿no he dicho que derramaré enseñanzas como profecías, instruyendo una vez más a Mi pueblo y haciendo que la disciplina brille por todos lados, como legado para todas las generaciones futuras, suscitando para ello discípulos que estarán entre vosotros?

decidme: ¿no habéis entendido de verdad lo que significa “La Verdadera Vida en Dios”? ¿y por qué he escogido Yo el título de Mi Obra para que se llame “La Verdadera Vida en Dios”? porque este Mensaje, que se hará más extenso que el mar, es un don de la Sabiduría y, mediante las instrucciones de la Sabiduría, seréis regenerados, porque vuestra alma se unirá a la Verdadera Vida, a Aquel que os lleva de vuelta a la vida en Mí, a Mí, el Cristo; ¡sí, el Espíritu Santo que es el dador de Vida, os levantará de vuestra muerte espiritual, otorgándoos una Verdadera resurrección en Mí, vuestro Dios! Mi Noble Tema se proclamará en vuestras homilías, como un poema, endulzando las lenguas de aquellos que lo proclamen; sus labios, húmedos de gracia, serán una bendición para Mi rebaño.

hija, pronuncia Mis palabras y no temas: a tu lado, Yo Soy; te levantaré por encima de todos tus opresores, igual que te mostré en tu visión 1; Yo el Señor, no soy sólo tu Salvador y tu Dios, sino también tu Llama de Amor, tu Compañero, tu Amigo y tu Hermano, tu Padre, ¡tu Todo! ahora ven, hija, apóyate en Mí; ic ¡Yo, Jesús, te amo!


1 La visión de la Paloma.