25 de febrero de 1998

Yahveh, haz que mi amor
esté tan entrelazado con el tuyo
que puedas decir: “¡Bienvenida a Mi Casa!”.

Sostengo que el amor está igualmente entrelazado
con Tu Divina Voluntad, y que es insuficiente
la sola comprensión de Tus Palabras,
a menos que también actuemos conforme a Ellas,
mi Señor.

Vassula Mía, la sombra de muerte que se cierne sobre vuestra generación, una sombra que puede sumergirla en el más profundo abismo está ahora cubriendo una buena parte de ella. Ay de aquellos que se instalan tan cómodamente, sintiéndose a salvo ahora, éstos son los que juegan a ser Dios y dicen: “Yahveh no tiene poder sobre nosotros”. Confiadamente sentados en su trono declaran que nadie puede igualarles, ¿es necesario decir más? El amor falta en su interior.

Yo hablaré y tú escribirás. Orad para que Mis palabras suenen claramente en los oídos de todos. Te he confiado la más noble de Mis Obras en vuestros tiempos. Esta Obra Divina está colocada en tus manos. Sí, Me ha complacido dártela a ti y colocarla con gran afecto entre las manos de una simple niña que tuviera que depender de Mí enteramente.

1Ahora mismo, no quiero hacerte simplemente una visita pasajera desde Mi Trono, sino que Me des tu tiempo, y Yo recibiré tu ofrenda como quien recibe guirnaldas de gardenias.

¡Ah, Señor mío!
Tu celestial Presencia se acompaña
de las más sublimes fragancias.
Por tanto, muéstrame, Señor,
Tu Hermoso Rostro
y cúbreme de Tu radiante Luz.

Déjame escuchar Tu Voz como una melodía
que es siempre tan dulce,
más dulce que miles de panales juntos.

Ven, pues, e inhala la mirra que sale de Mi Boca2: ¿Cuál es el estandarte que he alzado sobre ti?

El estandarte que veo alzado sobre mí es el Amor.

Sí, amor. El amor está por encima todo. Amar es hacer Mi Voluntad. Es vuestra llave de entrada a Mi Reino del cielo.

Si pretendéis que estáis viviendo en Mí y no tenéis amor, entonces no podéis decir que estáis viviendo en Mí: una verdadera vida en Mí es vivir la misma clase de vida que vivió Cristo. Habéis oído que no son aquellos que invocan Mi Nombre los que entrarán en Mi Reino, sino sólo aquellos que, alimentados por el amor3, están haciendo Mi Voluntad mientras aún siguen en la tierra.

Dime, ¿para qué sirve un árbol frutal que nunca produce frutos? O, ¿para qué sirve un arpa sin sus cuerdas? En otras palabras, ¿de qué Me sirven tus alabanzas cuando las dices sin amor? O, ¿de qué sirven tus sacrificios si se ofrecen sin amor? Tu meta, por tanto, debería ser el amor, porque al final serás juzgado por el amor y no por tu elocuencia, o por tus conocimientos, o por ninguno de tus sacrificios, o por los dones que Yo, en Mi benevolencia, te he ofrecido. Serás juzgado por la medida de tu amor. Estos carismas que te he ofrecido son para que construyas la Iglesia. Que los cimientos y la estructura de tus obras y de tus carismas se edifiquen sobre el amor, para que no aflojes en hacer el bien. Sí, porque el hombre bueno conquista Mi favor.

Mi Ciudad4 se levantará con la Bendición de Mi Espíritu Santo… Y la tormenta amainará… Entonces, cada criatura en la tierra vivirá una verdadera vida en Mí y su amor estará tan entrelazado con Mi Voluntad, que su alma se convertirá en el trono de la Sabiduría. Sí, a tales como éstos se refieren las Escrituras, diciendo: “El alma del justo es el trono de la Sabiduría”, porque, en el corazón que Me ha amado, no faltan tesoros. Cuando Mi Espíritu habló a través de tu boca, paloma Mía, y dijo: “Entender Sus Obras es insuficiente, a no ser que actuemos de acuerdo con Ellas”, fue para haceros comprender que, si no aunáis vuestro amor con Mi Divina Voluntad, tendréis una Gran Caída.

Mientras os aferréis a este mundo pasajero, jamás entenderéis que vuestro cuerpo puede estar cautivado por Mi Espíritu Santo, de modo que vuestros pensamientos se transformen en pensamientos nobles. Entonces, con esa divina nobleza de pensamiento y en ese estado de gracia divina, habiendo absorbido en vuestro interior el poder de la Divinidad, Mi Obra se realizará en vosotros y Mi Voluntad se cumplirá.

Y, como ya os dije una vez a todos vosotros, lo digo de nuevo: llegará un momento, y esa hora está próxima, en que, aunque estéis todavía entre los hombres, vuestra mente estará en el cielo, glorificando Nuestra Santidad Trinitaria. Y aunque vuestro cuerpo se esté moviendo entre los hombres, vuestra alma y vuestro pensamiento, cautivos de Mi Voluntad y llenos de la nobleza de Mi Luz, serán como los de un ángel, y os encontraréis paseando por el Edén, en el Paraíso, entre Mis ángeles y santos, porque vuestra unión Conmigo será completa…

¡Ah! Y disfrutaremos viéndonos en vosotros. Tendréis la imagen del Dios invisible. Nosotros contemplaremos el cielo5 en vosotros. Vosotros, que Nos estaréis poseyendo, podréis llevar la clase de vida que esperábamos de vosotros, una vida que alcanzará, mediante una perfecta sabiduría y una comprensión espiritual, el conocimiento más completo de Mi Divina Voluntad. La vida que estaréis llevando, queridísimos hijos Míos, que fuisteis creados para Nuestros Atrios Imperiales, estará de acuerdo con Mi Pensamiento en todos sus aspectos. Yo os santificaré y recibiréis el poder de llegar a ser plenamente devotos. Cuando todas estas6 cosas se anunciaron en el Mensaje de la Verdad7, muy pocos de vosotros entendieron Mi Palabra.

Hoy el mundo oye, pero sin entender nada; ve, pero produce imágenes que no conducen a nada. En cuanto a ésos que parecen estar cerca de Mi Corazón y que detentan las llaves de Mi Reino, incluso ellos no han comprendido nada. A pesar de todo, desean ardientemente ofrecerme devociones y acciones de gracias, tratando severamente sus cuerpos, igualando a aquellos que Yo coroné con la corona de gloria8, y sin embargo, cuando Mi Divino Aliento9 exhala un perfume, una dulce fragancia sobre vosotros, para renovaros, sí, cuando Mi Espíritu Santo desciende de lo más alto del cielo para prender fuego a la tierra como un beso bautismal, ellos hacen todo lo posible por extinguir el Fuego de Mi Espíritu Santo. Hoy, cuando Mi Voz es audible, el miedo les hace perder la cabeza, e inmediatamente hacen todo lo que está en su mano para reprimirla.

Yo, que soy el Autor de inestimables maravillas, estoy a punto de abrir los cielos y daros a conocer los misterios de Mi propósito: la efusión de Mi Espíritu Santo, que es la Promesa escrita en las Escrituras y que ha de actuar sobre Mi creación, como nunca antes en la historia, levantándolos hasta el cielo, acercando todo lo que está en la tierra tan cerca del cielo como sea posible. Yo, Vassula, que dirijo todas las cosas y decido por Mi propia Voluntad, nunca he roto una promesa, pero se Me conoce por destruir toda barrera de división. Por eso debéis poner vuestras esperanzas en Mí, porque, como he dicho, estoy a punto de hacer añicos, con el poder y la gracia de Mi Espíritu Santo, las barreras de vuestra división y uniros, para Mi honor, en un solo Cuerpo. Entonces, vuestra generación, una vez recobrado el juicio, clamará a Nosotros:

“¡Adorable Trinidad!
Guarda nuestros ojos cautivos
en el Único Corazón,
y provee nuestra alma de lo que le falte.

“Úngenos, oh, Santa y Divina Trinidad,
derramando Tu óleo sobre nosotros,
para que permanezcamos indisolublemente
unidos a Ti, en Tu Voluntad,
y prepáranos para Tu glorioso reinado
del Reino sobre la tierra,
en el que Tu Voluntad se convierte
en la esencia de nuestra vida diaria
y el emblema en nuestra frente,
y el Amor, en el estandarte
sobre nuestras cabezas”.

Ah, lirio Mío, tu Creador te dice esto, para que vayas a decírselo a los Míos:

“Yahveh, mi Señor y Padre clementísimo,
nos adornará de Sus Vestiduras Imperiales,
y la tierra será engalanada
con los tesoros ocultos
que Él, tan benignamente,
ha guardado para nuestros tiempos.”

Yo embelleceré esta tierra en Primavera, Mi Primavera. ¿Qué es la Primavera de Yahveh? Mi Primavera, amadísimos Míos, llegará cuando Mi Creación entera esté brillando con una luz radiante. En el bautismo de la Purificación, seréis restaurados a vuestra primitiva imagen. En esa Purificación, todos anhelarán una más estrecha unión de amor Conmigo, y vuestros corazones, llenos de ardor, buscarán la Verdad, el Camino y la Vida. Y en la Verdad, donde se probarán sabores embriagadores, vuestra alma, dotada de Mi Espíritu de Gracia, será perfeccionada. Vuestra imagen de oscuridad ya no existirá, porque Yo, vuestro Esposo y el más tierno de los padres, estaré brillando en vosotros10.

El Amor está en camino de regreso para restaurar Su Reino. Será el reinado de Mi Reino en la tierra y Mi Voluntad se cumplirá en la tierra como en el cielo.

Por eso ahora, es tiempo de arrepentimiento. Ésta es una era perversa, pero vuestras vidas deberán redimirla. Renunciad a vuestra voluntad y hallad Mi favor reconociendo cuál es Mi Voluntad. Ah, Vassula, bendita de Mi Llamada, difunde Mis Palabras en ríos de Misericordia y de Esperanza. Sé como un lirio en este tiempo de Cuaresma, olvidada de ti misma, y deja que tu Guardián cuide de ti. Desaparece enteramente, convirtiéndote en una especie de sustancia líquida, para que puedas fluir dentro Mí, tu Dios, haciéndote un solo espíritu Conmigo…

Yo, Dios, me encontraré contigo a cualquier hora del día que quieras. Llámame en cualquier momento, amadísima Mía. Así que eleva tu mente en agradecida alabanza a Mí, y ensalza Mi Nombre tres veces Santo por haberte dado este precioso don: una puerta abierta a Mí.

11el jardín de Mi Ciudad,
el estado del Estado,
extrae de Mí con gozo la Vida.

¡Ah! Y consúmete en Mi Divinidad. No permitas que ninguna sombra cruce tu espíritu. Ahora, tu Señor se inclina graciosamente hacia ti para revestirte con los ornamentos de Su Amor. Yo aumentaré en ti, así que no cedas a tu debilidad, entristeciéndome al dudar de Mi Bondad. Abraza de todo corazón el precioso rocío de la gracia divina que sostiene tu espíritu en Mi Noble Luz. Estás invitada por la Primavera Misma.

Señor mío, muchos grandes reyes
renunciarían a su Reino entero
a cambio de recibir una gota de estas gracias,
que tan afectuosamente me ofreces
por Tu inmenso y Tu divino Amor.

Me tomaría la libertad de continuar diciendo:
“¡Sí!, ¡sí! en un momento de locura de Tu Amor,
me has ofrecido favores en abundancia,
dispensándolos sin medida, ¿y sobre quién?
Sobre una mera desgraciada…”

¡Pero tú eres Mi elegida! Vi en tu humana fragilidad, incluso entonces12, un atisbo de lo que había bajo la corteza del pecado. Vi, bajo esas capas de oscuridad, un amor infantil, y Mi Corazón, al verlo, se conmovió hasta las lágrimas. Esto solo, cautivó Mi Misericordia. Sometida al pecado, pero, con todo, un hilito de amor fluía de vez en cuando de ti. Entonces dije: “Me pondré a destruir todo lo que no soy Yo y haré revivir, inflamándolo, lo poquito que en ella queda de Mí” y, con el desbordamiento de Mi gracia divina, actué según Mi Voluntad.

Ven ahora, sé como una antorcha llameante en esta oscuridad de tu era. Acércate a Mí con frecuencia, para que puedas saborear Mi dulzura, experimentando delicias en esta intimidad, pero reverénciame al mismo tiempo.

(Este mensaje se me dio con varias interrupciones. Luego, en fecha muy posterior, el mensaje continuó hasta bien entrado el mes de marzo, ya que no había concluido. Esto fue debido a los muchos viajes realizados para misiones).


1 Hubo aquí una ligera vacilación. Pensé que Dios iba detener su mensaje, y dejarme marchar, pero entonces dijo lo que sigue.
2 Dios hizo una pausa, y luego cambió el tono de Su Voz
3 Aquí, ‘amor’ significa también la Palabra de Dios y obedecerla.
4 Supe aquí que Yahveh se refería a “Su Reino en la tierra”, utilizando la palabra ‘Ciudad’.
5 Un cielo espiritual.
6 Las cosas que Dios nos está diciendo ahora.
7 La Santa Biblia.
8 Los Santos.
9 El Espíritu Santo.
10 Ap 22,5.
11 De pronto, Yahveh, mi maravilloso Dios, me habló en metáforas.Arrojando una luz en mi intelecto, me hizo comprender que las expresiones “jardín de Mi Ciudad” y “estado del Estado” significaban “Vassula de Mi Santuario”.
12 Dios se refiere al período anterior a mi conversión, es decir, antes de que me dirigiera Su divina Llamada.