2 de marzo de 1990
(Martes – Jesús se encontró de nuevo conmigo en Su Pasión y Su Cruz.)
Hijita Mía, estamos compartiendo Mi Pasión por las siguientes razones: por la conversión de las almas, para reparar, por todos los que distorsionan Mi Palabra, por esos maestros que asumen que Yo no he resucitado con Mi Cuerpo, por los que Me asfixian diferenciándose unos de otros en Mí, por la insinceridad que reina entre los que rodean a Mi Vicario, por la insinceridad que reina entre los que claman por la Paz y la Unidad pero lo hacen con palabras muertas, por los que ahogan la Voz de Mi Espíritu Santo y por todos aquellos que continúan viviendo con gran maldad bajo estos cielos. Bienamada, repara por todas esas almas que Me llevan hora tras hora por el camino del Calvario. Todas esas reparaciones no son en vano.
El Amor te asistirá a ti también1. Ven.