28 de abril de 1989
¿Señor?
Yo Soy.
Te doy gracias.
Te doy gracias y Te alabo
por todas las maravillas
que estás derramado literalmente
sobre nosotros.
Mi corazón se alegra
y exalta Tu Santo Nombre.
Tú eres el Escudo que me protege.
Tú eres el Juez Justo.
Yo Te ofrezco mi voluntad.
Vassula Mía, ofréceme tu voluntad siempre. Estate a Mi servicio, estate dispuesta a ser Mi tablilla, permitiéndome utilizar tu mano. No Me niegues nada y Yo actuaré en ti. Permíteme afianzar Mi dominio sobre ti. Queridísima alma, date cuenta de lo inútil que eres sin Mí. Yo soy la Sabiduría.
Mi Mensaje será leído por muchos, incluso después de tu muerte. Llegará a cada rincón de esta tierra para aumentar el amor, la fe y la esperanza. Confía en Mí, hijita Mía. Yo soy tu Maestro, tu Salvador, tu Paz, tu Creador y Aquel-Que-Más-te-Ama.