1 de enero de 1988
Dios mío.
Yo Soy ¡Toma Mi Mano, toma ahora Mi otra Mano y anda!
(Esto se me dijo ya en una ocasión anterior, en una visión parecida: Dios me tomaba las dos manos cuando tenía que avanzar hacia un nuevo tema).
¡Camina! ¡Camina, bienamada, avanza! No temas. Yo te he nombrado Mi mensajera, no sólo para una parte de Mi creación, sino para Mi creación entera.
Vassula, espera y verás. No he llegado todavía ni a la mitad de Mi Mensaje. Puedo actuar sin ti, Vassula, pero Me encanta compartir Mis Obras contigo, flor. Yo soy Dios y Me basto a Mí Mismo. Cada nuevo paso que das, Yo lo bendigo. Avanza, pues, bienamada, avanza Conmigo, sigue adelante.
Señor Todopoderoso, ayúdame a avanzar, puesto que es Tu Voluntad. Yo sola no puedo. Como de costumbre, Te pediré que me lleves. ¡Soy incapaz de cualquier cosa!
Vassula, te ayudaré, porque Yo soy tu Fortaleza.