29 de julio de 1987

(Aún con este sentimiento de desolación.)

¿Jesús?

Yo soy. Te he dicho que Mis lazos son lazos eternos. ¿Qué tienes que temer? Crees erróneamente que, porque no te utilizo1 como antes, estoy menos contigo, o que te he olvidado, o que estoy enfadado contigo. No, no, Vassula, no es ninguna de estas razones. Mi amor no ha cambiado, no te he abandonado, continuaré inspirándote.


1 En el sentido de ser un instrumento de Dios.