por Edmund Doogue, Noticias Ecuménicas Internacionales (ENI).

A las Iglesias de alrededor del mundo se les pedirá que cooperen en un esfuerzo internacional para poner fin, a partir del año 2001, a la división de 400 años respecto de la fecha de la celebración, más importante, del calendario Cristiano: la Pascua.

Actualmente, la Pascua – la fiesta que marca la Resurrección de Jesucristo de entre los muertos – es, generalmente, celebrada en dos fechas distintas. Este año, por ejemplo, la mayoría de los Protestantes y Católicos Romanos, celebran la Pascua el 30 de marzo, mientras que la mayoría de los Ortodoxos, junto con algunos Protestantes y Católicos, llevan a cabo sus servicios de Pascua casi un mes más tarde, el 27 de abril. Las diferentes fechas son el resultado de desacuerdos sobre la reforma del calendario por el Papa Gregorio XIII, hace 400 años.

En una reunión, llevada a cabo en Aleppo, Siria, del 5 al 10 de marzo, patrocinada por el Concilio Mundial de las Iglesias (CMI) y el Concilio de las Iglesias de Medio Oriente, los representantes de las principales tradiciones Cristianas del mundo, convinieron en lo que, el día de ayer, el CMI describió como «una proposición ingeniosa para fijar una fecha común de Pascua». De acuerdo con la propuesta, las Iglesias continuarían siguiendo la fórmula actual para calcular la fecha de la Pascua, pero con la asistencia del conocimiento científico astronómico, más exacto, disponible. Esto superaría la anterior división, bajo la cual, ambas tradiciones insistían en conservar sus viejos métodos para calcular la fecha, aún cuando no siempre son fieles a la fórmula establecida por la Iglesia primitiva.

El Reverendo Dr. Thomas Fitzgerald, teólogo y miembro del CMI, quien tomó parte en la reunión de Aleppo, le dijo a la agencia Noticias Ecuménicas Internacionales, que entre los Cristianos, la división respecto de la Pascua era «un escándalo interno». «Y tenemos que preguntarnos qué clase de testimonio da esta división al mundo, en general» dijo. «Estamos hablando de la Resurrección de Cristo, una señal de nuestra unidad y reconciliación», dijo el Dr. Fitzgerald, quien también, es sacerdote de la Arquidiócesis Griega Ortodoxa de América, una provincia del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla. «No hay Fiesta más grande que la Pascua, y sin embargo, cuando la celebramos, lo hacemos de manera dividida».

Durante los últimos años, en los círculos de la Iglesia, ha habido una gran presión para que las Iglesias llegaran a un acuerdo sobre la fecha de la Pascua, para el fin de siglo. El año 2001 ha sido visto como un año ideal para inaugurar una fecha fija convenida, porque en ese año, el 15 de abril, ambas fechas coinciden, de acuerdo con los dos sistemas de cálculo actuales. Una proposición de la reunión de Aleppo será enviada a las Iglesias alrededor del mundo, junto con una gráfica mostrando las posibles fechas de la Pascua, durante los primeros 25 años del siglo 21, que serían adoptadas si la propuesta es aceptada.

El Dr. Fitzgerald le dijo a la agencia Noticias Ecuménicas Internacionales, que mientras él no era «ni optimista, ni pesimista», sobre la posibilidad de que la propuesta fuera aceptada a tiempo para el 2001, había una gran importancia vinculada a la fecha de la Pascua, y él esperaba que hubiera un acuerdo. Las diferencias sobre la fecha de la Pascua «resultaron, principalmente, del hecho de que los cuatro Evangelios no proporcionan la fecha exacta de la Resurrección, sino sólo dicen que ésta sucedió en relación con la Pascua Hebrea y el primer día de la semana», dijo el Dr. Fitzgerald.

En los primeros siglos de la era Cristiana, hubo desacuerdo sobre la fecha de la Pascua, pero el problema se resolvió en el Primer Concilio Ecuménico, en Nicea, en 325 D.C., del cual resultó una fórmula aceptable, en base a la cual la Pascua era celebrada el primer domingo siguiente a la primera luna llena, después del equinoccio de primavera. Esta fórmula ayudó a mantener el vínculo entre el registro de las Escrituras y la celebración anual de la Pascua.

De acuerdo con el Dr. Fitzgerald, «la controversia de la Pascua, en la Iglesia primitiva, finalmente, condujo a un consenso importante, el cual fue expresado en el Concilio de Nicea. Hubo un profundo reconocimiento de que la celebración de la Resurrección no debía ser una señal de división entre los cristianos». Sin embargo, el consenso sobre la Pascua se rompió cuando el Papa Gregorio XIII reformó el calendario, en 1582, cambiando así, las fechas de la Pascua. La mayoría de las Iglesias Ortodoxas no alteraron el método para calcular la Pascua. Incluso ahora, hay inexactitudes, en ambos métodos, para determinar la fecha de la Pascua. Pero, aún cuando había diferencias en los métodos, había un acuerdo básico en relación con la fórmula, como en el Concilio de Nicea. La solución propuesta en Aleppo – usando los métodos científicos más exactos disponibles para determinar las fechas de la Pascua – estarían basados en la fórmula de Nicea.

Mucho del ímpetu para fijar una fecha común de la Pascua ha venido de Medio Oriente, donde los cristianos de diferentes tradiciones viven en proximidad, aunque como pequeñas minorías cristianas. En algunas partes de Medio Oriente, las Iglesias locales han alcanzado, entre ellas, acuerdos sobre las fechas de la Pascua. El Dr. Fitzgerald le dijo a la agencia Noticias Ecuménicas Internacionales que una fecha común sería de especial importancia en las regiones donde hay un alto nivel de matrimonios entre cristianos de diferentes tradiciones. Él dijo que en su propia parroquia, en Manchester, Nueva Hampshire, en los Estados Unidos, la fecha de la Pascua era importante, ya que las familias, con miembros de diferentes tradiciones cristianas, tenían que escoger cuál fecha celebrar.

El Dr. Fitzgerald dijo que algunas Iglesias han resistido la presión, en distintas épocas, por parte de los grandes negocios, de las instituciones educativas, y de los gobiernos, para llevar a cabo la Pascua, cada año, en la misma fecha. «Las Iglesias quieren permanecer en armonía con Nicea», dijo el Dr. Fitzgerald. «La Resurrección es un hecho Divino que irrumpe en la realidad, y quizás esa variación [of the date celebrated each year] (de la fecha celebrada cada año), nos ayuda a pensar acerca de esto.»
El Dr. Fitzgerald es el director ejecutivo del Programa para la Unidad y la Renovación del Concilio Mundial de las Iglesias.

Las organizaciones representadas en la reunión de Aleppo fueron: la Comunidad Anglicana, la Iglesia Ortodoxa Armenia, el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, las Iglesias Evangélicas en el Medio Oriente, el Patriarcado Griego Ortodoxo de Antioquía, la Federación Mundial Luterana, el Concilio de las Iglesias de Medio Oriente, las Antiguas Iglesias Católicas de la Unión de Utrecht, el Patriarcado de Moscú, el Concilio Pontificio del Vaticano para Promover la Unidad Cristiana, los Adventistas del Séptimo Día, y el Concilio Mundial de las Iglesias. La Iglesia Siria Ortodoxa fue la anfitriona de la reunión de Aleppo».