Todos estamos llamados a convertirnos en un Altar vivo de Dios.

Dios no viene a violentar por la fuerza nuestra voluntad ni a condenarnos, sino que viene a nosotros por su ilimitada Misericordia en términos de paz. Viene a recordarnos que Le pertenecemos y que debemos volver a Él. Viene a recordarnos nuestras raíces y que es Padre de todos. Invita a cada alma a venir a Él para dar libremente a esa alma el pleno conocimiento de SU Voluntad.

Debéis de haberos dado cuenta de que, en nuestros tiempos, el mundo hoy se niega a dar gloria a Dios y en cambio se glorifica a sí mismo, jugando a ser Dios. Es evidente por lo que oímos y vemos a nuestro alrededor que estamos viviendo en el Fin de los Tiempos que fue predicho, tiempos de la Gran Apostasía, tiempos de rebelión, tiempos de rechazo de las gracias y maravillas de Dios, incluso tiempos de rechazo del Mismo Dios.

Como dije antes, en nuestros tiempos la fe se ha congelado, pero el Espíritu de Dios seguirá descendiendo incesantemente sobre nosotros para revivirnos y renovarnos antes del Retorno de Jesús, predicho por Él.

Jesucristo ha dicho que lo que más Le ofende en nuestros días es esta indiferencia que le muestran algunos cristianos. En otras palabras, la laxitud, la tibieza o la complacencia, cosas inaceptables para Dios. Los peores pecados son contra la caridad: el rechazo hacia ciertas personas que nos desagradan, guardar rencor, negarse a hacer las paces, negarse a perdonar, la amargura almacenada en nuestro interior, la hostilidad y la calumnia.

Sin embargo, a pesar de nuestra miseria, Dios envía Su Espíritu de Gracia sobre nosotros, cada día, para reavivar esa llama vacilante en nuestro interior que está a punto de extinguirse. Realmente no tenemos excusa: la gracia está ahí. Tenemos un largo camino ante nosotros para alcanzar la perfección y reunirnos con los ángeles. Pero ¿acaso no nos saciamos diariamente de Amor Divino? ¿Puede alguien decir que no hemos sido llamados a convertirnos en dioses por participación y ser deificados una vez hayamos muerto a nuestro yo? ¿Puede alguien declarar que no ha escuchado a nuestro Esposo invitándonos a entra en la Cámara nupcial de Su Corazón? ¿Puede alguien decir que le han dejado fuera y no ha sido invitado a esa Boda Mística y saciado con la Copa Mística? ¿Podemos decir en verdad a Dios que no hemos recibido inefables Bendiciones, Bendiciones que trascienden cualquier gloria? ¿Podéis decir al Esposo: “No he sido invitado a esta Unión Mística contigo?”

Dios trajo de vuelta a los exiliados, ¿por qué pues iba a olvidaros a vosotros? Dios quiere que Le recibáis para que podáis decir: “Mira, estoy al servicio de Dios pero soy también su amadísimo hijo”

Nuestro Señor dice en un mensaje que no debemos esperar a ser santos para ir a Él sino que nos pide que vayamos a Él como somos, y Él olvidará nuestros pecados cuando nos arrepintamos, y nos hará santos.

«Fuisteis creados por amor para el Amor, para amar a vuestro Creador. De modo que alabadlo y dad gloria a Aquel que os creó.»

Jesús dice que obtenemos nuestra vida únicamente del Dios Uno y Trino. Así que, si cortamos nuestra relación con Dios, es como si cortáramos en seco nuestra vida. Nuestra relación está viva cuando oramos y cuando Le contemplamos. La oración revela a Dios. El Señor dijo que “la verdadera teología es contemplarme a Mí, vuestro Dios”. Nos recuerda que vivimos en Dios, respiramos en Él, nos movemos en Él y obtenemos la vida de Él y que Él es Quien que no cesa de darse a Sí Mismo a nosotros para perfeccionar nuestra alma que ha sido deformada por todos nuestros pecados. Él es Quien murió por nosotros así que ¿qué más podría haber hecho que no ha hecho?

Él es Quien nos pide que nos demos más a Él para que recibamos más de Él. Él es Quien nos llevará a una unión divina con Él y nos llenará de Su Luz transcendente de modo que estaremos llenos de la absoluta plenitud de su Deidad Trina y Una.

Cristo nos prepara con tales enseñanzas de Sabiduría para que estemos preparados para Su Gran Retorno. Cuando Jesús habla de Su Retorno, que es inminente, Su Retorno será con Fuego. Mediante ese Fuego, Dios hará todas las cosas nuevas.

Mi retorno es inminente, y os estoy dando constantes señales para prepararos. El Amor está en el camino del retorno, Yo estoy en Mi camino de regreso hacia ti.”

Decidme, cuando un rey entra en una ciudad, ¿no se harán preparativos para recibirle? La ciudad entera será un alboroto, y el rey enviará delante de él a su elegido y a su corte imperial para preparar su camino y hacer rectas las sendas. Él enviará a sus mensajeros para anunciar su venida, y les dirá que griten con voz fuerte: «Aquí está vuestro Rey, vuestro Rey viene…»

“Por eso, antes de Mi Retorno, os estoy enviando por delante el Arca de la Alianza, os estoy enviando a la Mujer del Apocalipsis, la segunda Eva que aplastará la cabeza de la serpiente con su talón. Os estoy enviando por delante de Mí a mi Madre para abrir un amplísimo camino en este desierto y allanarlo, y que hagáis las paces conmigo, vuestro Rey, antes de Mi Gran Retorno… Os estoy enviando a Mis ángeles para recordaros Mi Santidad, Mi magnificencia y Mi esplendor. Os estoy enviando a Mis portavoces para que griten y proclamen dese los tejados de vuestras casas las bodas de MI Espíritu Santo… ¡Pronto, muy pronto ya, rasgaré los cielos y descenderé con plena fuerza!” 10.10.90.

Como dije antes, Su Retorno será con Fuego. Voy a leeros el mensaje del 1 de junio de 2002. He aquí lo que yo escribí y luego lo que Él me contestó:

Yahveh está coronando Sus Obras con Su generosidad,
una abundancia que fluye por donde pasa;
nos colma de riquezas, nos refina como la plata;

Cristo avanza con majestad a través de este desierto,
y hace bascular la tierra
para anunciar Su inminente retorno;

mas el pueblo no ha comprendido;
algunos dicen: “Cristo viene en carne y hueso”;
otros argumentan sin fundamento,
“Dios vendrá para aplastar las cabezas de Sus enemigos”;
–pero no han comprendido los Salmos

Como los fantasmas de un sueño de medianoche, se preguntan;
al principio tampoco yo lograba entender,
incluso a pesar de que yo estaba permanentemente en Su Presencia;
incluso cuando sostenía mi mano derecha para escribir;

Está escrito: “El Señor da a Sus mensajeros las noticias
y así lo hace

(Ahora)- Cuando los Pasos de Dios se aproximan y se oyen,
los virtuosos se regocijan, exultan y cantan de alegría;
dicen: “¡construid una ruta para el Jinete de las Nubes,
alegraos en Cristo, exultad ante Su venida!”

En tiempos de Noé los cielos diluviaron con Su venida…
con la venida de Dios

pero no Le vieron en carne y hueso

Y ahora, la tierra se prenderá en llamas, con el regreso de Su Hijo;
con la venida de Dios

Cristo descenderá de las alturas;

como miles de miríadas de carros divinos
Tú, Señor, dejaste el Sinaí para ir a Tu Santuario;


David dijo: “Dios, Tú has ascendido a las alturas y capturado prisioneros,
has tomado hombres como tributo,
sí, has llevado rebeldes a Tu morada, Yahveh

pero ellos no Le vieron en carne y hueso

sin embargo, Él estaba allí;

Cuando Yahveh se acerca a los virtuosos y éstos se alegran,
no Lo ven en carne y hueso

pero Él está allí;

cuando Se puso a la cabeza de Su pueblo,
y marchó a través del desierto,
no vino en carne y hueso

sin embargo, Él estaba allí

y así será cuando Cristo, en nuestros días,
declare que Su Retorno es inminente

los cielos y la tierra se incendiarán
y Él volverá los corazones de los padres hacia sus hijos
y los corazones de los hijos hacia sus padres

sin embargo, nadie Te verá en Carne y Hueso

(porque) el Amor regresará como amor

porque todos nosotros estaremos en el Dios Verdadero,
Fuego que Consume, Uno y Trino, y Santo

()esta será la senda de Mi retorno inminente Mi Retorno os renovará y liberará a muchos de vosotros de vuestra transgresión; cuando tenga lugar la renovación, muchos serán revestidos de Mi Mismo, y todos los santos y ángeles darán gracias por el don de Mi Espíritu Santo.

El 18 de febrero de 1993, el Señor dijo:

el sexto sello está a punto de romperse 4 y todos vosotros seréis sumidos en las tinieblas, y no habrá ninguna iluminación porque el humo expulsado desde el Abismo será como el de un inmenso horno, de modo que el sol y el cielo serán oscurecidos por él; 5 debido a Mi Copa de Justicia, voy a haceros semejantes a serpientes y víboras, haré que os arrastréis sobre el vientre y comáis polvo6 en esos días de tinieblas; os aplastaré contra el suelo para recordaros que no sois mejores que las víboras… vais a sofocaros y ahogaros en vuestros pecados;

¡En medio de Mi furor, voy a pisotearos, voy a aplastaros con Mi ira! ¿Lo veis? Mis cuatro ángeles están ahora en pie alrededor de Mi Trono, esperando con inquietud Mis órdenes; cuando oigáis el retumbar de truenos y veáis destellos de relámpagos, sabed que ha llegado la Hora de Mi Justicia; la tierra se sacudirá y, como una estrella fugaz, se moverá de su sitio, 7 arrancando montañas e islas de sus lugares; naciones enteras serán aniquiladas; el cielo desaparecerá igual que un pergamino que se enrolla 8 como lo viste en tu visión, hija; 9 una gran angustia se abatirá sobre todos los ciudadanos; ¡y ay del incrédulo! escúchame: si los hombres te dicen hoy: “ah, pero el Viviente tendrá Misericordia de nosotros, tu profecía no es de Dios sino de tu propio espíritu”, diles: “aunque se os considere vivos, estáis muertos; vuestra incredulidad os condena, porque os negasteis a creer en Mi tiempo de Misericordia, y prohibisteis que Mi Voz se propagara a través de Mis portavoces para advertir y salvar a Mis criaturas, moriréis también como los malvados;

cuando llegue la Hora de las Tinieblas, os mostraré vuestro interior; volveré vuestra alma del revés, y cuando la veáis tan negra como el carbón, no sólo experimentaréis una desolación como nunca antes, sino que os golpearéis el pecho con angustia, reconociendo que vuestra propia oscuridad es mucho peor que la oscuridad que os rodea;

(…) así es como manifestaré Mi Justicia a las naciones, y todas las naciones percibirán Mi sentencia cuando llegue esa Hora; haré que la vida humana escasee más que nunca; luego, cuando Mi ira se aplaque, estableceré Mi Trono en cada uno de vosotros, y juntos, con una sola voz, y un solo corazón, y una sola lengua, me alabaréis a Mí, el Cordero;

(…) Yo te mostraré al mundo como una señal de unidad; te contradicen y te rechazan, pero ahora ya sabes por qué: porque la unidad no es bien recibida, como el Amor no es acogido en muchos corazones; falta sinceridad….

Ven. ¿Nosotros?