Mayo de 2004

El fin de semana del 1º y 2° de mayo estuvieron llegando peregrinos de Europa, Asia, América del Sur y del Norte al Aeropuerto Internacional de Atenas. Fueron momentos de emoción y expectación, que nos prepararon para los hermosos días que seguirían. Esa tarde, el salón del hotel estaba lleno de caras felices, algunos de ellos no se habían vuelto a ver desde la peregrinación de Egipto o la reunión en Roma, y otros participaban por primera vez. Como todo el mundo quería conocer Atenas, partimos hacia el centro de la ciudad y el jardín de Zappio, donde cada año se celebra una Feria del Libro durante 17 días. Allí, nuestros amigos se sorprendieron al ver un kiosco con el cartel: «VERDADERA VIDA EN DIOS». Estantes llenos de libros de la VVED en griego, inglés, francés, alemán, italiano, polaco, filipino, japonés, árabe, hebreo, y también libros escritos por teólogos sobre Vassula, folletos con extractos de los mensajes divinos, cintas de video y audio, cds y folletos con información en griego e inglés. Vassula estaba informada sobre nuestra participación, pues lo pusimos en nuestro informe anual y en los videos y fotografías, ¡pero era la primera vez que visitaba nuestro kiosco!

A la mañana siguiente, 3 de mayo de 2004, un grupo de 100 personas de 20 países diferentes partió en su viaje a Meteora. Nuestra primera parada fue en Pnika, justo debajo de la «roca sagrada de la Acrópolis», en el lugar donde San Pablo hablara a los atenienses sobre Jesucristo, el Único y Verdadero Dios. Luego trepamos al monumento de la Acrópolis, donde fue construido el templo del Partenón en el siglo IV AC, el cual se considera una obra maestra de la arquitectura. Nuestro guía hizo una breve presentación sobre la historia de los monumentos antiguos, y agregó que el Partenón, durante los primeros años cristianos, había sido utilizado como  templo consagrado a la Virgen María.   Después de este recorrido continuamos hacia el pueblo de Kalambaka, nuestro punto de partida para la peregrinación a Meteora. ¡El tiempo era soleado, la naturaleza estaba toda revestida de verde y el viaje a través de valles, montañas y costa fue excelente! Por la noche llegamos a Kalambaka. Las majestuosas rocas de Meteora pendían sobre el pueblo. Los monasterios ortodoxos fueron construidos en la cima hace siglos, como lugares de culto, meditación y contemplación.

Después de la  llegada al hotel, nuestros sacerdotes celebraron la Santa Misa. Vassula comenzó con una oración de acción de gracias, que le diera el Padre (15.05.92), y continuó con un extracto de un mensaje de nuestro Señor: “numerosas son Mis Llamadas y la gracia del Espíritu Santo no ha sido nunca tan evidente antes como en vuestros tiempos; los hombres sanguinarios pueden decir lo que quieran decir, declarar lo que quieran declarar, pero yo pasaré por encima de ellos, de sus palabras y de sus declaraciones, porque estoy suscitando apóstoles y santos que irradiarán brillantemente, con la gracia del Espíritu Santo, sobre toda la humanidad; Yo Mismo les enseñaré a alcanzar altos grados de santidad a pesar de las enfáticas cacofonías de sus enemigos que no les manifestarán ni piedad ni caridad; pero Yo les daré un espíritu de perseverancia, un espíritu tan valeroso que su mera presencia sacudirá los cimientos del infierno porque estarán revestidos del glorioso esplendor de Mi Hijo, Jesucristo, y su lengua será como una espada de doble filo; brillarán sobre todos, buenos y malos juntos, para caldear los corazones y reanimar con Mi Palabra todos los cadáveres que están esparcidos; una bendición eterna saldrá de sus manos; liberarán a muchos de las pasiones del mundo que les mantuvieron cautivos y enraizados en el pecado; y la Oda de la Verdadera Vida en Dios será cantada en Mis Asambleas, hijita, para convertir a todos en dioses por participación;” (31.05.03)

Vassula saludó cordialmente a todos los participantes que venían de países lejanos para encontrarse allí y glorificar a Dios. A continuación, Theodora Konidari, que era la responsable de la organización de la peregrinación, dio la bienvenida a la asamblea y leyó el siguiente extracto de un mensaje de Jesús: «Ah… hija, ora para que la casa de Oriente y Occidente se unan, como dos manos cuando se unen en oración, un par de manos, similares, y bellas cuando se unen apuntando hacia el cielo en oración. Que esas dos Manos, pertenecientes al mismo cuerpo, trabajen juntas y compartan su capacidad y recursos entre sí… Deja que esas dos Manos me levanten juntas, Ah… ¿Cuándo levantarán esas dos Manos Mi Cuerpo sobre el Altar, manteniéndose unidas? «

Al día siguiente, el 4 de mayo, comenzamos temprano a la mañana y después de un viaje de una hora entre verdes colinas llegamos al convento donde se construyó la iglesia de la Asunción de la Virgen María.  Las monjas nos recibieron con amor y alegría, ofreciéndonos café y dulces. Su interés por nosotros fue grande. «La forma en que me sentí durante la misa», comentó una monja, «¡fue extraordinaria!»

Al regresar al hotel, el P. Nikolaos dio una conferencia sobre la historia de los monasterios. Nos dijo que Meteora ha sido descrita como la segunda Agion Oros (Montaña Sagrada) La Montaña Sagrada o Monte Athos, contiene una serie de monasterios ubicados en el norte de Grecia, en Calcídica, todos construidos sobre montañas, que han continuado la tradición monástica durante 6 siglos. Los primeros monasterios fueron construidos durante el siglo 14. De un total de 26 monasterios, sólo seis siguen actualmente en servicio, el resto de ellos están deshabitados. Dos de los monasterios son conventos.

El P. Tony continuó con un discurso sobre el esplendor de la Cruz. Al principio, nos dio a todos una cruz de madera, animándonos a llevarla con nosotros   en todo momento, a sostenerla y a pedir su ayuda divina. Al final de su charla leyó una oración que repetimos, pidiéndole a Dios que perdonara los pecados de nuestros antepasados.  

Dimitris de Grecia, Michelle, de Alemania y Saturo, un nuevo amigo de la VVED, de Tokio, crearon un ambiente agradable con sus guitarras, cantaron himnos y canciones espirituales, trayendo momentos de alegría y calidez entre la gente.

Después del almuerzo, salimos del hotel para visitar dos monasterios más. Pero el clima había cambiado de soleado a lluvioso y era imposible hacer esas visitas.  En su lugar aprovechamos   para visitar el convento de San Esteban, donde se guarda el milagroso cráneo de San Charalambos. Una joven monja nos habló del monasterio, de los tesoros y de las joyas antiguas que se conservan en él, y nos explicó algunas de las hagiografías (frescos) que cubren las paredes de la iglesia. También visitamos el museo del convento y compramos incienso y otros artículos hechos a mano por las monjas.

De regreso al hotel, y después de un pequeño descanso para tomar un café, Vassula comenzó su discurso sobre el tema: «Diferentes ascensos: desapego, desapasionamiento e impasibilidad». Comenzó diciendo que Dios siempre se manifesta al hombre, no para decirnos algo nuevo, sino para recordarnos Su Palabra. Dios, el Creador, se hace reconocer, conversando con nosotros y escuchándonos como un amigo. Los mensajes de la Verdadera Vida en Dios nos llaman a una transformación radical del yo, de la mente y el alma. Con el poder del Espíritu Santo, Dios nos está guiando al ascenso de la divinización del hombre. Si aceptamos y vivimos todo lo que la Verdadera Vida en Dios nos está dando, sólo un recordatorio de la Palabra de Dios, y observamos la Ley de Dios, el Espíritu Santo nos dará una luz intelectual, una comprensión más profunda y divina de los Misterios de Dios y de su Palabra. El Señor quiere atraernos a los tres ascensos superiores de perfección: 1) El desapego de los deseos terrenales, 2) El desapasionamiento (un nivel más alto de contemplación y, al mismo tiempo, un disgusto por todas las cosas mundanas, un disgusto por todos los malos pensamientos y actos malvados), y finalmente 3) La impasibilidad, que es un distanciamiento de toda lujuria y pasión, de los placeres y deseos de la carne. Pero el Espíritu Santo será libre de operar en nuestra alma, sólo si hay una entrega total a la voluntad a Dios.

Después de Vassula, el P. Rich continuó hablando sobre «La espiritualidad y la unidad en la VVED». La reunión llegó a su fin con una oración de sanación del P. Tony, el P. John, el P. Rich, Henri Lemay y Vassula.

Al día siguiente, 5 de mayo, llovía. Después del desayuno, se recitó la oración de la mañana, alabanza y adoración y   después   el reverendo   Tronet dio su discurso sobre el tema: «La posición del obispo de Roma durante el primer milenio del cristianismo». El siguiente orador fue el P. Vladimir, quien presentó la primera parte de su conferencia: «El misterio de la Virgen María como fuente de unidad”.

A las 12.00 del mediodía, bajo una fuerte lluvia, partimos hacia el monasterio de la Transfiguración. La roca que se encuentra debajo de este monasterio es la más grande de Meteora. Este monasterio fue instalado en el siglo XIV y posee una notable colección de manuscritos, iconos y artículos antiguos sagrados. Desde el lugar donde nos dejaron los autobuses, nuestra escalada fue una aventura debido al viento y la fuerte lluvia.  Henri Lemay, más tarde en su discurso sobre el segundo Pentecostés, describió esta lluvia como un recordatorio del derramamiento del Espíritu Santo.  Cruzamos el estrecho puente que conecta las dos enormes rocas, caminando a través de nubes y túneles, subimos más de 200 escalones y finalmente llegamos a la: «Megalo Meteoro» (Gran Abadía Flotante). ¡Todo este recorrido y la vista de las gigantescas rocas nos dejaron deslumbrados y asombrados por la magnífica creación de Dios! La iglesia era luminosa y llena de hagiografías y escenas de los milagros y de la Pasión de nuestro Señor. En ese lugar todos cantamos: «¡Christos Annesti!» (Cristo ha resucitado). Después de este recorrido y una visita al museo disfrutamos de la comida tradicional.

Regresamos al hotel, donde después del almuerzo el P. Nikolaos habló sobre «Los Padres de la Iglesia Ortodoxa y su relación con la VVED». Siguió un apasionado discurso sobre el «Segundo Pentecostés», esta vez por Henri Lemay. Después del descanso habitual para tomar un café, el P. Juan  continuó con su tema: «Consagrado a la Verdad». La Santa Misa se celebró justo después de su discurso.

Finalmente había dejado de llover… así que después de la cena, 30 de nosotros decidimos salir a dar un paseo por el pueblo de Kalambaka. El aire multinacional de nuestro grupo fue una grata sorpresa para los habitantes del pueblo. Ellos están acostumbrados a las expediciones turísticas a Meteora, pero esta vez sintieron algo diferente en nuestra empresa, viendo todas las distintas nacionalidades y distintos idiomas. A cada paso nos preguntaban: «¿Qué tipo de grupo es?» «¡Uno ecuménico!», – respondíamos.

El 6 de mayo, el programa comenzó con un discurso del P. Tony   sobre el «Verdadero arrepentimiento». El siguiente orador fue el P. Julio,   quien habló sobre «La espiritualidad como un tema ecuménico». Una oración muy poderosa en la tradición ortodoxa es la siguiente: «Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí, un pecador», que el P. Nikolaos explicó el significado en su presentación y luego junto con los otros sacerdotes ortodoxos nos bendijo con agua bendita. La santa liturgia fue a continuación.

Después del almuerzo visitamos el monasterio de Rusano. Había sido un monasterio de monjes pero ahora es un convento. Era más pequeño que los demás y fue consagrado a la Transfiguración del Salvador, también se honra a Santa Bárbara. Una monja nos guió por los pasillos del convento. Después de nuestro regreso al hotel, Vassula comenzó el programa con un discurso. El tema fue: «La renovación y las enseñanzas del ascetismo».

El P. Juan   continuó con un discurso muy interesante con el título: «Batalla espiritual» (El espíritu de Jezabel).

Una experiencia conmovedora seguiría, cuando 4 personas, 2 de Dinamarca, 1 de Holanda y 1 de Japón dieron testimonio de su conversión a Dios. Una vez más nos sorprendieron las formas maravillosas e impredecibles con que Dios elige acercarse a las almas y acercarlas a Él. Después de los testimonios tuvimos algo de tiempo para la adoración del Santísimo Sacramento.

Durante la cena tuvimos la oportunidad de conocer a nuevos amigos de la VVED y reunirnos con algunos de los más antiguos y queridos. Con la gracia del Espíritu Santo compartimos muchas ideas sobre la difusión del mensaje. Pero esta última cena en Meteora fue especial, ¡llena de sorpresas! Casi habíamos terminado cuando Vassula se acercó a los músicos y le preguntó a Dimitris: «¿Sigues comiendo? ¡Toma tu guitarra y toca algo para bailar!» ¡lo que prendió fuego a todos! Los músicos tomaron sus instrumentos y tocaron música tradicional griega, y por supuesto   pop y latín. El resto de nosotros hicimos una gran actuación con canto y danza. Una agradable sorpresa fue cuando Vassula (¡después de todas nuestras súplicas!) también bailó algunas danzas folclóricas griegas. El siguiente punto culminante llegó del P. Nikolaos: trajo una canasta con 100 huevos teñidos de rojo para seguir la tradición en la que un cristiano «choca» su huevo rojo con el de otra persona diciendo: «¡Christos Annesti!» (Cristo ha resucitado) y recibe la respuesta del otro: «¡Alithos Annesti!» (Verdaderamente, Él ha resucitado). Si un lado del huevo se agrieta, debe girarlo hacia el otro lado y chocarlo nuevamente. ¡Y así lo hicimos!   ¡Fue una noche llena de alegría, la alegría que trae el Espíritu Santo! Al día siguiente aprendimos de Vassula que nuestro Señor había estado especialmente contento y feliz de esta reunión. ¡Esa fue la razón de sus ganas de bailar!

El 7 de mayo, después del desayuno, el P. Vladimir   continuó con la 2ª parte de su discurso: «La Virgen María como fuente de unidad». Después de su charla asistimos a la Santa Misa. El momento de nuestro regreso había llegado… Antes de llegar a Atenas, nos detuvimos en la ciudad de Tebas para visitar la iglesia de San Lucas Apóstol. En la iglesia hay un santuario con una reliquia del evangelista. Su tumba está justo al lado del Altar, abierta y vacía. Cantamos himnos de Pascua, glorificando y agradeciendo a Dios por los hermosos días que nos dio. A última hora de la noche, llegamos al hotel en el centro de Atenas. Todos parecían complacidos y agradecidos por los dones y las bendiciones que habíamos recibido del Espíritu Santo. Justo antes del final de la cena, todos los participantes recibieron un pequeño icono como regalo del grupo de la VVED de Grecia, para recordarles esta peregrinación.

¡Esperamos, por la gracia de Dios y su participación, que esta reunión tenga lugar nuevamente en nuestro país en un futuro próximo!

¡Que dios te bendiga!
VVED Grecia