¿Podemos aún creer en el demonio?

P. Jean-Régis Fropo

“Padre, todas estas historias del demonio son medievales. ¡No me diga que usted las cree!
En el siglo XXI, con todo lo que la ciencia nos ha enseñado, ya no podemos creer en estos mitos.”

¿Hace falta añadir que incluso muchos cristianos ya no creen en la existencia de Satanás ni del infierno, que es la separación eterna de Dios? Nos enfrentamos a una verdadera conspiración del silencio… aún dentro de la Iglesia Católica.

“¡La mayor astucia del demonio es persuadirnos de que no existe!”, dijo Charles Baudelaire.

Así, él puede actuar con toda libertad para hacer el mal: siembra confusión en las mentes, atiza resentimientos y odios, fomenta disputas y divisiones y empuja a aquellos que caen en sus trampas a la desesperación y el suicidio. Atrae al hombre al pecado, trata de alejarlo de Dios, de su obediencia y de su amor. Satanás quiere hacer del hombre su aliado en su propia rebelión contra Dios y Jesucristo.

Lo que les voy a decir no es sólo el resultado de estudios teóricos. Desde que empecé mi ministerio de exorcista, hace siete años, he recibido a casi dos mil personas, la mayoría de ellas víctimas de las innumerables trampas del demonio. No puedo decirles que he visto al demonio cara a cara, pero le he oído varias veces, y he descubierto un mundo invisible, pero muy real: un mundo de tinieblas, violencia, odio, opresión y sufrimiento. ¡Es impresionante, y yo no me lo esperaba! ¡Satanás es un verdugo! A lo largo de siete años, he estado involucrado en cerca de veinte casos de “posesión”.

Algunos ejemplos:

Una mujer que consulta médiums acude a curanderos-magnetizadores y elige sus medicamentos a través de un péndulo… y que sufre migrañas, dolores de estómago y ataques de ira y agresividad…

Otra mujer que ha practicado el espiritismo y la escritura automática, y se encuentra oyendo voces interiores que la atormentan día y noche…

Una joven kinesiterapeuta, que se inició en el reiki para ser más eficaz en sus terapias… que sufre de noche agresiones violentas por parte de una presencia que la aterroriza.

Un hombre que practica yoga durante dos horas diarias, y meditación trascendental, está atormentado por pesadillas e insomnio.

Un joven, activamente homosexual y drogadicto, que está obsesionado por imágenes, día y noche, y ha caído en una profunda depresión.

¡Atención, hay trastornos físicos y psíquicos que pueden ser de origen mental, psiquiátrico! Me he encontrado con varios casos y los remito a un médico.

Sin duda, algunos de ustedes han visto las películas: “El Exorcista” (1973, 2000) o el “El exorcismo de Emily Rose” (2006). Estas películas tienen algo de verdad, pero también contienen errores y excesos. Mi ministerio no tiene mucho en común con estas películas sensacionalistas. Es un maravilloso trabajo de acogida y escucha para tranquilizar, consolar y conducir a la liberación y la sanación Y todo esto, no en un clima de temor, sino en la confianza y esperanza de que Cristo es el vencedor, es el Fuerte, el Cordero de Dios inmolado por nuestros pecados, y resucitado para darnos la vida eterna.

“El príncipe de este mundo está llegando(Jn 14,30) pero ya está condenado (Jn 16,11)».

Abramos el Evangelio en el endemoniado epiléptico (Mc 9, 14-29)

Algunas veces oímos decir a la gente que el demonio, el diablo, el Maligno de quien habla la Sagrada Escritura, no es más que una manera de referirse al misterio del mal, que son expresiones míticas o simbólicas; que en la mentalidad de aquel tiempo era una manera hablar de enfermedades que no podían explicarse en esa época.

El demonio, el diablo, Lucifer, el Maligno o Satanás, mencionado en las Sagrada Escritura, no es una figura mítica o simbólica, ni tampoco una personificación del Mal o del pecado: los demonios son ángeles caídos. Los Padres del Concilio de Letrán (1215) definieron como dogma, y por lo tanto, como artículo de fe, la existencia de los demonios como criaturas espirituales que fueron creadas buenas, pero que se convirtieron en malas, a causa de su propia rebelión (Denz 428). El pecado de los demonios es la rebelión, el orgullo y la envidia.

“Por la envidia del diablo entró la muerte en el mundo” (Sb 2,24)

“Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los precipitó en el infierno”(2Pe: 2, 4)

Jesús hizo una clara distinción entre la enfermedad y la posesión (Mt 10: 7)

El Catecismo de la Iglesia Católica (CIC) dice: La Escritura atestigua la influencia nefasta de aquel a quien Jesús llama “homicida desde el principio” (Jn 8,44) , y que incluso intentó apartarlo de la misión recibida del Padre. “El Hijo de Dios se manifestó para deshacer las obras del diablo” (1Jn 3,8).“El mundo entero yace en poder del Maligno” (1Jn 5,19) CIC 391-395

“Entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y sus Ángeles combatieron contra el Dragón. También el Dragón y sus ángeles combatieron, pero no prevalecieron, y no hubo ya en el cielo lugar para ellos. Y fue arrojado el gran Dragón, la Serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el seductor del mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus Ángeles fueron arrojados con él…

Entonces, despechado contra la Mujer, se fue a hacer la guerra al resto de sus hijos, los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús.”(Ap 12: 7-9, 17)

San Pablo: “…nuestra lucha no es contra la carne y la sangre…” (Ef 6: 10-16)

Concilio Vaticano II

15 referencias al demonio

“A través de toda la historia humana existe una monumental batalla contra el poder de las tinieblas”. (Encíclica Gaudium et Spes 37)

CIC: Ángeles caídos: 391-92. Jesús y las tentaciones del demonio: 538-40, 566, 2119; Exorcismos: 517, 550, 1237, 1673; Jesús y su poder sobre los demonios: 421, 447, 539, 550,566, 635-36, 1086, 1780; Liberación: 2850, 2853-54; Origen del Mal: 397, 413, 1707, 2583, 2851; Combate del hombre contra los demonios: 407, 409 (43 artículos).

Alocución del Papa Juan Pablo II en la audiencia general del 20 de agosto de 1986:

“Esta es la gran certeza de la fe cristiana: “El príncipe de este mundo ha sido juzgado”(Jn 16,11); “El Hijo de Dios se ha manifestado para destruir las obras del diablo” (1Jn 5, 19). Por lo tanto, el Cristo crucificado y resucitado se ha revelado como el “más fuerte”, el que ha vencido al “hombre fuerte”, al diablo, y lo ha destronado.

La Iglesia comparte la victoria de Cristo sobre del demonio, porque Cristo dio a sus discípulos el poder de arrojar demonios (cf. Mt 10,1; Mc 16,17). La Iglesia ejerce ese poder victorioso a través de la fe en Cristo y la oración (cf. Mc 9,29; Mt 17, 19ss), un poder que, en casos específicos puede tomar la forma de exorcismo.”

Tengamos las ideas claras:

  1. Los demonios son criaturas espirituales, seres dotados de inteligencia y libre voluntad. Fueron creados naturalmente buenos, pero se volvieron malos rechazando radical e irrevocablemente a Dios y su Reino de amor. Satanás actúa entre los hombres para arrastrarlos a su rebelión y hacerles perder la eternidad dichosa que él mismo ha perdido.
  2. El poder de Satanás no es infinito. Su poder es el de un espíritu puro que tiene poder sobre la materia, pero ese poder está limitado por Dios. El permiso divino de la acción diabólica es un gran misterio pero “Sabemos que en todas las cosas, interviene Dios para bien de los que le aman” (Rm 8: 28).
  3. La acción de los demonios puede llevarse a cabo de diversas maneras y con intensidad variable:A través de la tentación, el demonio puede acrecentar la intensidad de nuestras apetencias y nuestra concupiscencia natural(1Jn 2,16). Todos estamos sujetos a esta clase de tentación: forma parte del combate espiritual. El demonio puede ejercer un “dominio” importante sobre aquellos que se entregan habitualmente a desórdenes graves o, con pleno conocimiento, han hecho un pacto con el demonio. Alienta los vicios y los gérmenes de los vicios en nosotros. Puede hablarse entonces de “ataduras” maléficas. Ejerce su acción sobre nuestra sensibilidad, nuestra imaginación, nuestras pasiones, y nuestros sentimientos con raíces sensoriales. No puede penetrar en el ‘vértice de nuestra alma’, en nuestro ‘corazón’, en esa sede y santuario de nuestro ser, donde sólo Dios puede entrar. Puede darse el caso de que una persona esté “poseída” y esté a la vez en estado de gracia y peleando un duro combate espiritual.
    • Según el grado de dominio del demonio, puede haber ‘opresión’, ‘obsesiones’, o ‘posesión’. Esto es raro, pero no extremadamente raro (20 casos en 7 años).
    • Una persona puede sufrir un dominio importante del demonio, sin ser moralmente responsable de ello. En ese caso, es “víctima” de un “contagio demoníaco” por su familia, su entorno, o por actos de violencia que ha padecido. También puede ser víctima de un “sortilegio” o un “maleficio”. Estos casos pueden ser muy dolorosos de asumir.
  4. El Bautismo es una protección importante, pero no absoluta. Los no bautizados son más vulnerables a la acción de los demonios.

Satanás no tiene más que odio y desprecio hacia los hombres. Está celoso de la felicidad eterna que Dios les ha prometido y que él ha perdido. Su único objetivo es la ruina de sus almas, haciéndoles perder la herencia de la vida eterna. Aquellos que no creen, que no oran o ya no lo hacen, que se distancian de la Iglesia y de los sacramentos, se volverán muy vulnerables a su acción: “El demonio ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. Resistidle firmes en la fe”(1Pe 5: 8).

En cambio, el demonio teme a los verdaderos cristianos unidos a Jesús y a la Virgen María, aquellos que viven con fervor en la fe y la oración, en una viva unión con la Iglesia.

¿Cuáles son los trastornos y los daños que uno puede sufrir como consecuencia de la acción maléfica?

  1. Aversión a lo sagrado y oposición a las virtudes teologales de fe, esperanza y caridad. Dudas, falta de esperanza en Dios, desaliento, rebelión, blasfemias, aversión la oración, a la Palabra de Dios, a entrar a una iglesia. Susceptibilidad al agua bendita, a las reliquias y a la invocación: “Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti”.
  2. Trastornos físicos y psíquicos Sensaciones corporales, dolores físicos, parálisis temporal, dolores de cabeza, sensación de frío intenso o quemaduras, quistes, tumores, temblores, insomnio, pesadillas, pensamientos obsesivos, espasmos, tics, dificultades de relación, violentos arranques de ira, agresividad hacia las personas cercanas. ¿Oyes voces que sólo tú puedes oír? ¿Tienes la sensación de que estás siendo observado, incluso cuando estás solo? ¿Tienes la sensación de que alguien te ha tocado? ¿Ves sombras, personas que no están ahí físicamente? Reiterados fracasos: en el trabajo o sentimentales.
  3. Sucesos extraños en la casa: ruido de pasos, golpes, infestación de polvo, olores. Objetos que se mueven o desaparecen. Averías de máquinas eléctricas, averías de automóviles. Objetos sospechosos descubiertos en la casa (almohadas, colchones). Animales muertos.

¿Qué prácticas utiliza Satanás para alejar al hombre de Dios?

Superstición, prácticas ocultas, espiritismo, astrología, horóscopos, péndulos, tarot, escritura automática, música de rock duro, ciertas artes marciales violentas: Chi Kong, Krave Magra, etc.

Consultar videntes, magos, chamanes, médiums, curanderos- magnetizadores. Práctica activa del yoga, del budismo, de la meditación trascendental, iniciación tántrica, chamanismo, etc. Pertenecer a sectas, especialmente a la masonería.

Ciertas movidas que afectan a los jóvenes: la moda Gótica, conciertos de Marylin Manson, grupos satánicos, la moda del piercing, de los tatuajes, talismanes.

Las terapias llamadas “alternativas” o medicinas paralelas que propagan la noción de “energías” (cósmica, astral, universal): reiki, kinesiología, tai-chi, chi-cong, reflexología, biorretroalimentación, antroposofía (productos Weleda, remedios con Flores de Bach), etc.

Los vicios: Alcoholismo, drogo-dependencia, juego, dinero, sexo, homosexualidad activa, pornografía y perversiones.

Atención: ¡Muchos jóvenes de hoy son médiums sin saberlo!

En Francia, se estima que existen cerca de 40,000 videntes, adivinos, magos y chamanes: tantos como médicos generalistas. Cuántas personas me he encontrado que han sido engañadas por estos charlatanes, magnetizadores curanderos, etc… Les ha costado mucho dinero y sus sufrimientos no han disminuido. ¡Muy por el contrario! ¡Cuando la verdadera fe disminuye, las “creencias” y la credulidad aumentan! Jóvenes, e incluso niños y honrados padres de familia ven pornografía en internet y contraen ataduras con espíritus impuros.

Diferencia entre una simple oración de liberación y una oración de exorcismo

La oración de liberación se utiliza para las “ataduras maléficas” que podrían calificarse de “débiles”. Es trabajo del sacerdote exorcista efectuar ese discernimiento según los trastornos que la persona está sufriendo y la gravedad de las “puertas de entrada”. Yo empiezo siempre con una oración para “cortar ataduras”, de simple liberación. Si en el transcurso de esta oración, hay “manifestaciones”importantes, quiere decir que hay que pasar a un exorcismo (que, con frecuencia, ha de repetirse varias veces). Cualquier sacerdote puede hacer una oración de liberación.

NOTA: El texto de esta conferencia está lo suficientemente desarrollado como para permitir a las personas que lo lean adquirir una información bastante amplia y referencias precisas. Dependiendo de lo que haya sido dicho por los otros conferenciantes, obviaré en mi conferencia lo que haya sido mencionado antes. Generalmente no me excedo de 40 minutos. (Padre Jean-Régis Fropo, Diócesis de Fréjus-Toulon, Francia).

“90 preguntas a un sacerdote exorcista” – Terapéutica de las posesiones maléficas–
JR Fropo Emmanuel