22 de junio de 1994
¿Dios mío?
Yo Soy. La paz esté contigo.
Que sepas que lo que te he dado como cometido está por encima de tus fuerzas normales, pero no olvides que Yo soy tu Fuerza. Sin Mí, nunca podrías arreglártelas…
¡Mira! He difundido Mi Mensaje en cada nación. Di una orden en el Cielo y Mi palabra brilló sobre la tierra. Dime ¿por mandato de quién fuiste resucitada? Y ¿quién se ha resistido al poder de Mi mandato? Te he resucitado para que seas Mi testigo y, por medio de tu boca, sanar los corazones rotos, resucitar a los muertos y ser una amenaza para Mi enemigo. En ti, continuaré grabando con Mi Dedo, Mi Himno de Amor. Ven.