15 de noviembre de 1991

¿Señor mío?

Yo soy. Ven a Mí en todo momento. Ora Conmigo, diciendo:

“Tú eres mi único Dios,
mi única Esperanza, mi únicoAmor,
Tú eres mi Dios sin rival,
siempre tan Tierno y Delicado
con el débil y el miserable.
No dejes que el Cáliz de Tu Justicia
se desborde sobre nosotros.
Permite que los cautivos sean liberados
antes de Tu Día, mi Señor.
Nuestras faltas han sido muchas a Tus Ojos,
y nuestras rebeliones y apatías aún más numerosas,
pero Tu Corazón palpita de Amor y de Compasión.
Envíanos, oh Padre Benignísimo,
un poderoso Aliento de Tu Espíritu
que nos reanime a todos para Tu Gloria.
Amén.”

Te bendigo, hijita Mía.