27 de julio de 1991
Señor, perfecciónanos con Tu Belleza.
Pequeña, te doy Mi Paz. Pide siempre y se te concederá. Ora con frecuencia, fervorosamente, y mientras que el pecador continúe con su maldad, sin remordimientos, tú continuarás sacrificándote, amando y orando por todos aquellos que Me han vuelto la espalda. Préstame oídos y Yo cumpliré todo lo que se ha de cumplir. Yo, Jesús, continuaré ayudándote a hacer todo el trabajo que te he pedido. Mi pequeña alumna, quédate cerca de Mí y ámame.
Yo, el Señor, te amo y te bendigo. Recibe Mi Paz. Ven, el Amor está a tu lado.