21 de julio de 1990

(En una visión me vi mirando a través de una ventana. Era de día. De repente la tierra comenzó a temblar violentamente bajo mis pies. El suelo subía y bajaba. El terremoto era de escala ocho y no cesaba. Miré al cielo desde la ventana y observé que perdía luminosidad. Miraba al cielo mientras éste se iba oscureciendo por momentos, hasta hacerse totalmente de noche. Entonces, vi caer las estrellas; o mejor, como si se desplazaran velozmente desde el este hacia el oeste del horizonte. Parecía que estaban desapareciendo de los cielos. Después, el temblor cesó y sobrevino una oscuridad amenazadora. Me di cuenta de que yo tenía una tenue luz en mi habitación. Miré por la ventana, pero sólo había unas tres o cuatro casas que tuviesen luz en toda la ciudad.)