16 de mayo de 1990

La paz esté con vosotros. Yo el Señor, vengo a abrir corazones y a libraros a todos del mal. Estáis viviendo un período de gracia. He dicho que Mi Espíritu se derramará sobre toda la humanidad.

Benditos los que reciban Mi Espíritu de Gracia sin dudar. Benditos los pobres de espíritu porque de ellos es el reino de los cielos. Benditos los sencillos de corazón porque la Sabiduría misma se revelará a ellos. Benditos los que hacen la Voluntad de Mi Padre del Cielo porque las puertas de Mi Reino se abrirán para recibirlos. Benditos Mis vasos de luz, que llevan Mi Palabra y difunden Mis Mensajes dados a vosotros por Mi Espíritu Santo, porque muchos de vuestros pecados serán perdonados.

Venid.