7 de febrero de 1994

(México, D.F.)

(Jesús continúa empleando palabras de ánimo para esta larga y difícil misión.)

Hija Mía, que tu valor permanezca en ti. Yo soy El que te da el valor. Que se oiga tu voz con autoridad, puesto que has sido enviada por la Autoridad Misma. Sé Mi Eco. Todo se hará de acuerdo con Mi Voluntad, sin embargo, no olvides morir a ti misma. Yo, Dios, estoy contigo para glorificar de nuevo Mi Nombre.

Te bendigo desde lo más profundo de Mi Corazón. Yo, Dios, te amo.