5 de abril de 1993
¡Dichoso el hombre que pone su confianza en Ti!
¡Y dichoso aquel que Me escucha! La paz esté contigo. La fidelidad es lo que Me complace. ¡Ah, hija… alma de Mi predilección! ¿Te negaría Yo alguna vez cualquier cosa, si la pides en Mi Nombre? ¡Jamás! Yo y tú continuaremos nuestro viaje de la mano. Si te sientes cansada en el camino, apóyate en Mí. Si tus pies no te sostienen, te llevaré Yo sobre Mis hombros. Si tienes sed o hambre, Yo te proveeré de Maná Celestial. Escucha Mi Voz y no te equivocarás. Yo daré ánimos a tu c razón y haré que cante de alegría.
El Amor está en el camino de regreso, tratad de comprenderlo… Yo soy la Vid y vosotros los sarmientos. Yo soy vuestro Dueño y os estoy conduciendo uno a uno a Mi Casa.
Os amo entrañablemente, a cada uno de vosotros.