27 de septiembre de 1986

La Paz esté contigo. Vassula, ven a Mí. Yo soy tu Redentor, tu Paz. He vivido en la tierra, encarnado, entre vosotros. Yo soy el Hijo Engendrado de Dios. Ven a Mí y apoya tu cabeza en Mí. Yo soy tu Consolador. Cuando te sientas triste, recuerda que estoy cerca de ti.

Recita esta oración Conmigo:

“Ayúdame, Padre,
y condúceme a tus pastos de reposo,
donde fluye el agua pura, eterna.
Sé mi Luz para indicarme el Camino.
Contigo, a Tu lado, caminaré.
Contigo, iluminándome, hablaré.
Padre Bienamado, permanece en mí,
para tener Paz, para sentir Tu Amor.
Yo te seguiré en Tus Pasos,
permaneceré Contigo.
Ilumíname, ámame,
quédate conmigo aquí y para siempre.
Amén.”

(Jesús vino a enseñarme esta oración.)