11 de julio de 1987

¡Arrepiéntete!

Te doy gracias por ocuparte de mí, Dios mío.

(Me arrepentí.)

Bienamada, todo está perdonado porque así es Mi Misericordia.

Te enseñaré a fijarte antes de dar el próximo paso. Estate alerta, prefiéreme por encima de todo, flor, no escondas la cara a Mi Luz. Mírame, vuélvete a Mí ¡florece!

Soy débil. A veces siento que es duro llevar Tu Cruz.

Resto Mío, únete a Mí y seamos Uno. Juntos, juntos restauraremos Mi Iglesia.