5 de octubre de 1991
(Para los peregrinos canadienses.)
La paz esté con vosotros. Restaurad Mi Casa. Os envío como corderos entre lobos, pero no temáis, Yo Soy está con vosotros. Embelleced Mi Casa con vuestra devoción a Mi Sagrado Corazón y al Inmaculado Corazón de vuestra Madre.
Os bendigo a todos dejándoos el Suspiro de Mi Amor en vuestra frente.