13 de octubre de 1988
¿Dios mío?
Yo soy. Te he amado desde toda la eternidad, y desde toda la eternidad he deseado que tú Me amaras. Yo soy el Espíritu de Amor. Deja tu alma abierta a Mí, para que Mi Amor se refleje en ti. Sé como un espejo frente a Mí. Deseo reflejar Mi Amor en ti. Yo, Vassula Mía, no soy un Dios riguroso. Soy Suave y amo, incluso, a los que Me desprecian. Flor Mía, ya que empiezas a comprender cuánto amor siento por ti, ¿puedes entender entonces cuánto sufre el Amor por causa de esa falta de amor?
Sí, Señor, empiezo a entenderlo.
Entonces, ven a Mí y consuélame. No Me prives de esto. Tú puedes consolarme. Bendita seas.